jueves, 17 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON UN DIÁLOGO

Querida Mariana: el doctor Hernán León me envió un texto. Amigos y amigas me envían comentarios breves acerca de las cartas que te escribo, pero nadie es tan generoso en cantidad como Hernán. Me emociona pensar que el doctor León recibe copia de la carta en su celular y la lee, en su recámara, en la sala de su residencia o en la oficina de su consultorio. Me emociona saber que él, desde la capital de Chiapas, en cuanto termina su lectura inicia un diálogo conmigo, contigo. Él es un lector y un escritor. ¿Mirás cómo completa el círculo? Lee y luego escribe. Los escritores hacemos eso: somos lectores y luego escritores. A mí me emociona, de manera especial, que Hernán, mi hermano en los veneros de la palabra, me haga saber lo que mi carta despertó en él. Tal vez sólo mi amado Gutmita se acerca al río prodigioso de Hernán, sólo que Gutmita no escribe, sino envía mensaje de voz. Gutmita dice que lo que hace son “manchadas”, porque en ocasiones sus mensajes son de doce o más minutos. Me encanta saber que el diálogo con vos se vuelve un puente que une orillas, que es agua que da vueltas al molino de la creación. No le pedí permiso a Hernán, pero lo que escribió lo comparto con vos, sólo con vos, porque vos sos el tronco de mis ramas. Va copia: Alejandro Molinari, desde el corazón vibrante de Comitán, ha escrito no solo una carta, sino una elegía íntima y luminosa por uno de los gigantes de la literatura contemporánea. Su “Carta a Mariana” —bajo el título de “Arenilla”— es un río sereno que lleva en su cauce la emoción, la memoria, la lectura y el asombro. Leer su texto es asomarse al alma de un lector que ha sido conmovido hasta las lágrimas por la palabra escrita, por esos destellos de humanidad que sólo ciertos libros nos dejan como tatuajes internos. Desde las primeras líneas, juega con las letras como si fueran sonidos vivos: la efe de “funesto”, de “felicidad”, de “fallecimiento” —una letra que parece colgar como murciélago de las bóvedas de un lenguaje dolido—. Esa musicalidad del idioma no es gratuita; es la forma en que Molinari acaricia las palabras, para que duelan menos, para que suenen más verdaderas. Luego viene la noticia: la muerte de Mario Vargas Llosa. Alejandro no hace de esta carta un obituario ni una nota de prensa, sino una ceremonia literaria. En sus líneas, Vargas Llosa no muere solo, lo acompañan —como testigos o cómplices— Cortázar, Cervantes, el Quijote, incluso Woody Allen. Así, la muerte no aparece como un corte abrupto, sino como una página más, conmovedora y necesaria, de un libro sin fin. Con humildad y ternura, confiesa que ha llorado con libros —¡cuántos no lo hemos hecho!—, y nos recuerda que el llanto ante una novela no es debilidad, sino comunión profunda entre el alma del autor y la del lector. Esa orilla de cama en Zacatecas donde derramó lágrimas es una imagen poderosa: el lector solo, enfrentado al vértigo de la belleza y la pérdida, igual que el escritor que relee a su amigo muerto. Molinari también nos ofrece un pequeño manifiesto literario: que la literatura importa, que los libros son refugio y permanencia. Su homenaje no se detiene en la biografía de Vargas Llosa, sino que se extiende a la reflexión sobre el mundo que habitamos, ese “campo cultural deteriorado” del que hablaba Mario. La carta es una invitación a no soltar los libros, a no olvidar a quienes hicieron de la palabra un arte mayor. Finalmente, ese gesto de honestidad en la posdata —“el último libro aún no lo he leído… lo haré”— nos recuerda que todos somos lectores en camino, que hay silencios por descubrir y páginas por abrir. Su carta es arenilla, sí, pero no de desierto: es de río, de ese sedimento fino que queda después de que el corazón ha sido arrastrado por la corriente de la literatura. Mi reconocimiento, Alejandro, por haber hecho de la pérdida una ofrenda literaria. Has escrito con emoción y claridad, con ternura y respeto. Has tejido un texto donde lo íntimo se vuelve universal y donde la tristeza se sublima en memoria. Que nunca te falte el asombro ni la tinta. — Hal Saber 15 abril 2025 Posdata: ¿verdad que es emocionante saber que las palabras son como frutos que disfrutan otras bocas y que éstas también siembran árboles en el aire? ¡Tzatz Comitán!

miércoles, 16 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON VIERNES DE DOLORES Y SÁBADO DE GLORIA

Querida Mariana: ¡qué aburrido! Es una expresión que me ha acompañado toda mi vida. Lo dicen los demás cuando se enteran de retazos de mi vida cotidiana. ¡Qué aburrido!, decía Mario cuando le decía que me gustaba leer. Eran tiempos de secundaria, Mario y los demás iban a nadar a los tanques de mi tía Juanita Bermúdez; jugaban fútbol en la calle; montaban bicicleta; se deslizaban con carretones por las pendientes empedradas; se aventuraban a conocer la zona de las putas, que estaba en el barrio de La Pila; jugaban básquet en la cancha Pantaleón Domínguez. Y vos ¿qué hacés? ¡Leo!, era mi respuesta. Y todos decían a coro: ¡qué aburrido! Nunca fui intrépido, como ellos. A mí me encantaba sentarme en el piso del corredor, recargarme en la pared y leer. Me encantaba, me divertía mucho conociendo historias que se daban lejos del pueblo. Mario y los otros contaban historias que sucedían en Comitán o, cuando mucho, de lugares cercanos. Nunca lo dije, me hubieran coscorroneado, pensaba que lo aburrido eran sus historias. Cuando lo que contaban agarraba algo de color, algo de sal y pimienta, era cuando platicaban las historias que veíamos en el cine. Eso sí era emocionante, casi tanto como lo que yo leía en los cuentos y en las novelas, pero ellos aseguraban que mi vida era aburrida. Siempre ha sido así. Hace dos días, una amiga (no diré su nombre) me preguntó adónde iría de vacaciones en Semana Santa. Pensé que mi respuesta honesta no merecía la cara torcida que puso cuando le dije que a ningún lado en especial, me quedaré en casa, aseguré. Como soy experto en lectura de rostros supe que sus ojos semicerrados y su boca de chimbo aguado sólo podía significar la consabida frase: ¡Qué aburrido! Como es algo que no me inquieta, pregunté: y ¿vos? Sus ojos se abrieron como se abrió el mar cuando pasó Moisés y su cara fue como un delfín saltarín. Iremos a Puerto Arista, dijo. Qué alegre, dije, sin ironía alguna, sino con el convencimiento de que las actividades que hará serán sensacionales: el parachute, el esquí, los cocos con ginebra, la disco, los pies en la arena (no tan fina como la de Cancún, pero arena cálida). Todo mundo dice que soy aburrido. Cierto, nunca he viajado en un yate, ni volado en un parapente, ni me he zambullido en Las Tres Tzimoleras, ni he esquiado en Suiza, ni he navegado en una góndola en Venecia, ni he subido al Everest. Mi vida ha sido sosegada. De niño me divertía mucho sentarme en el balcón de la casa y mirar la calle. Tal vez la gente que pasaba por ahí y me veía pensaba: pobre niño, qué aburrido; tal vez la gente me veía como un canario enjaulado. Sin embargo, ¡yo volaba! ¡Siempre he volado! ¿Qué harás en Semana Santa? Disfrutaré mi casa, mi pueblo. Seré el visitante más emocionado, el más curioso. En casa dibujaré, pintaré, leeré, escribiré, veré películas. No iré a la oficina. Despertaré como siempre (a las cuatro de la madrugada) y dormiré a la hora de siempre (ocho de la noche). Mi rutina de viejo “aburrido” sólo sé verá modificada porque tendré todo el tiempo para mí. Aprovecharé cada instante, porque se sabe que las vacaciones terminan, lo hacen muy pronto, cuando uno viene a darse cuenta ya se acabaron las vacaciones y hay que regresar a la vaina de todos los días. Posdata: dejo que los demás piensen que mi vida es aburrida, siempre me lo han dicho. Nada digo a mi favor, no tengo necesidad, no tengo tiempo para justificar mi existencia de vuelo. ¡Tzatz Comitán!

martes, 15 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON UNA NOTICIA NEFASTA

Querida Mariana: el diccionario dice que nefasto es sinónimo de funesto. ¿Oís cómo suena la efe? ¡Suena como eco de cueva llena de murciélagos! Llama mi atención que la palabra felicidad, que es casi antónimo de nefasto, también lleva la efe. Iván Ibáñez, maestro de la comunicación, me invitó a participar en su noticiario radiofónico la mañana del 14 de abril 2025, para compartir con la audiencia un comentario por la nefasta noticia del fallecimiento de Mario Vargas Llosa (¿mirás que fallecimiento también tiene efe?). Te paso copia de lo que dije, a manera de homenaje: Buen día, maestro Iván, buen día a la audiencia. Ayer domingo, por la tarde, veía una película de Woody Allen, cuando recibí tu mensaje. Mario Vargas Llosa murió, dijiste. De inmediato recordé el texto introductorio que Mario escribió en la obra “Los cuentos completos de Julio Cortázar”, ahí dijo que un domingo de 1984 le llamó un periodista español y le dijo: Julio Cortázar ha muerto, y le pidió un comentario. Ayer fue un domingo de 2025 y el mundo se enteró que Mario Vargas Llosa había muerto. Por si alguien no lo supiera deberíamos decir que Mario ganó el Premio Nobel de Literatura y los críticos consideran que su obra literaria es de gran relevancia. Al conocer la noticia hice lo mismo que Mario hizo al saber que Julio Cortázar había muerto, él ya no escribió el artículo que iba a hacer, releyó algo de la obra de su amigo. Yo tomé el libro “La civilización del espectáculo” y antes de abrirlo recordé que en un viaje que realicé en 2013 a Zacatecas para estar presente en el homenaje que le hicieron al gran poeta chiapaneco Óscar Oliva, llevé como compañero de viaje la novela de Mario Vargas Llosa “Travesuras de la niña mala”, la fui leyendo en el avión y, en el congreso de poesía, en la recámara del hotel. Hubo un instante en la lectura que me descubrí llorando. El comiteco, en la soledad de un cuarto de hotel, en Zacatecas, estaba conmocionado por lo que el escritor peruano Mario Vargas Llosa había escrito. Así, con la emoción desbordada, sentado en la orilla de la cama, recordé que también había llorado con el libro “Los autonautas de la cosmopista”, de Cortázar, y llorado sin contenerme cuando el gran Hidalgo de La Mancha, Don Quijote, muere. Cervantes, Cortázar y Vargas Llosa han sido tres grandes escritores cuyas historias me han conmovido hasta las lágrimas. Y hoy, el mundo conmocionado llora la ausencia física del gran escritor Mario Vargas Llosa. Hubo muchas personas que no estuvieron de acuerdo con él por su pensamiento ideológico radical, pero los lectores, los verdaderos amantes de la literatura, reconocemos su grandeza creativa. Recuerdo, maestro Iván, que un día comentaste que el Festival Rosario Castellanos debe privilegiar a las letras, convertirse en un festival literario, y el primer nombre que propusiste para que asistiera como invitado de honor fue el de Mario Vargas Llosa, que Vargas Llosa viajara a Comitán y brindara una conferencia magistral. Esto ya no será posible. Ayer domingo 13 de abril me enviaste un devastador mensaje: Mario Vargas Llosa murió. Hice lo que hizo Mario cuando se enteró de la muerte de Cortázar, tomé uno de sus libros: “La civilización del espectáculo”, un lúcido ensayo donde dice que los tiempos actuales son tiempos frívolos, donde la palabra ha sido desplazada por la imagen, el mundo de las ideas ha sido sustituido por un mundo degradado donde la reflexión se ahoga en el fango de la mediocridad. Mario dijo que en el campo cultural hay un gran deterioro. Hoy, que Mario ya no está en el plano físico ya nada dirá del mundo polarizado de las ideas, pero su legado de ensayos, cuentos y novelas estará siempre con los lectores. Habrá que ir al librero y tomar sus libros para releerlos. Ya comencé con “La civilización del espectáculo”, puedo seguir con la novela “Travesuras de la niña mala”, seguir con “Los cuadernos de Don Rigoberto”, continuar con “Conversación en la catedral”, y luego con “La tía Julia y el escribidor”, tal vez leer “La guerra del fin del mundo” y así hasta el infinito, hasta llegar a su último libro, con el que se despidió del mundo, con el título “Le dedico mi silencio”, porque el gran mago de la palabra fue un hombre que tuvo la delicadeza de decirnos: esta es mi despedida, les dejo mi silencio, un silencio desbordado de palabras luminosas. Que Mario descanse en paz. Gracias. Posdata: y me despedí de Iván y de la audiencia de su noticiario. Pensé que todos los títulos mencionados los he leído, debo releerlos. Perdón, miento, el último libro no lo he leído, aún no lo he comprado. Lo haré. ¡Tzatz Comitán!

lunes, 14 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON IMAGEN MATERNA

Querida Mariana: el 24 de marzo de 1930 nació mi mamá, en Huixtla, Chiapas. Cuando se casó con mi papá llegó a Comitán. Desde 1955 vive en nuestro pueblo. Ha vivido acá setenta años. El 24 de marzo 2025 fuimos a comer al restaurante “Bonampak” que está adelante de Chacaljocom. Fuimos ella, mi Paty, Fer y yo. Estuvimos contentos. Mi mamá, después de comer el chinculguaje, que sirven de cortesía, pidió unas enchiladas con mole. Al final dijo que todo había estado muy rico. Sentenció, con una gran sonrisa: “el día de tu cumpleaños lo celebraremos acá”. Y el día de mi cumpleaños lo celebramos ahí y mi mamá volvió a pedir enchiladas con mole; y reafirmó que estaban muy ricas. Al día siguiente, el 25, me dijo que la acompañara al templo, a dar gracias a Dios, por cumplir noventa y cinco años de edad. Hará cosa de tres o cuatro meses, sin explicación, se cayó en el baño. Su esqueleto, gracias a Dios, no tuvo fisuras. La llevamos con el doctor Sánchez y él, médico prodigioso, la inyectó, le recetó una pomada italiana y con ello va saliendo adelante. No hubo fractura, pero el porrazo la desvió de la ruta armoniosa que llevaba. Por fortuna, ahora ya volvió a su rutina de ejercicios matinales, prepara su desayuno y la comida para nosotros. Desde hace unos días, mi Paty le enseñó cómo pedirle a Alexa que ponga Radio Felicidad y mi mamá lo pide y hasta echa unos pasitos de baile, con cuidado, pero ya mueve las patías. Ha sido una inyección de vida. Aún no está al cien por cien, pero ya está muy animada. Esto lo digo porque ya volvió a estar muy pendiente de mí, a qué hora salgo, a qué hora regreso, si hace frío que lleve suéter. En las tardes sigue viendo y oyendo la misa, y luego sintoniza el canal de España donde transmiten el programa de concurso “La ruleta de la suerte”. La mañana del 25 fuimos al templo de Guadalupe, queda a dos cuadras de la casa. Saludamos a la maestra María Elena, al maestro Memo (quien tiene, gracias a Dios, noventa y siete años), entramos al templo y mi mamá eligió la capilla donde, dijo, adentro de la cajita dorada está guardado el santísimo, custodiado por dos ángeles. A mí me tocó el premio mayor de la ruleta de la vida. Durante sesenta y ocho años he disfrutado del cariño de mi mamá, ella, mujer sabia, reconoce que soy un niño frágil que necesita de su amor y ella me lo prodiga sin medida. Ella se sentó en la primera banca, yo detrás, desde ahí la vi rezar. Es una posición que conozco desde siempre, ella sentada o hincada ante un oratorio, con cuadernillos que tienen las oraciones impresas. Dos ángeles estaban en el altar, pensé que el tercer ángel era mi mamacita y comprendí que ella ha sido para mí el ángel más hermoso sobre la Tierra, el otro ángel fue mi papá, pero él falleció en 1990. Mi mamá y yo hemos estado con mi Paty viviendo en casa, en Puebla y en Comitán. Mi mamá, mujer sabia, me dijo que la acompañara al templo para que agradeciera a Dios, me lo dijo así, en realidad me llevó para que en esa capilla yo agradeciera la bendición de tener a mi mamá, con bien, durante mis sesenta y ocho años de vida; fue en esa capilla con semejanza al oratorio pequeño que mi papá mandó a hacer en la casa donde vivimos. Regresamos a casa. La mañana estaba espléndida, con los árboles y macetas que los vecinos han procurado en esa calle. Dejé en casa a mi mamá y fui a la oficina. Algo en el cielo comiteco me decía que todo estaba bien, maravilloso. Posdata: mi mamá es una bendición para mi vida, Dios lo sabe, por eso le manda salud, cuando hay una torcedura le pone ungüento y la sana, para que yo esté bien, yo, el consentido de Dios. Mi madre es el aire, el viento, el mar; mi madre tiene la fuerza del templo de las diosas; ella es esbelta y tan alta como el árbol más hermoso del mundo; ella es de la estirpe de miles y miles de guerreras de Chiapas; ella es la tórtola que riega su luz en todas partes. ¡Tzatz Comitán!

domingo, 13 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON CRISTALES QUE SE QUIEBRAN

Querida Mariana: ¿hay cristales irrompibles? ¿Presencias inexplicables? Un cuentito de Armando Estrada cuenta lo que le sucedió a Irina, niña de siete años de edad. Cuenta que una noche, la mamá de Irina entró a su recámara (la recámara de la hija) y le dijo que saldría, era una salida de emergencia, el tío Andrés (que Irina le llamaba tío Andobas) estaba en el hospital, cayó en la entrada de su casa, una cáscara de plátano, el tío quedó sobre el césped, pero el golpe en la columna había sido fuerte. Un beso en la frente. Irina oyó que su mamá cerró la puerta de entrada y todo quedó en silencio. Rubí (la perrita) dormía profundamente. Irina aguzó el oído para escuchar algo más. Escuchó el ruido de una portezuela y luego un carro que avanzó. Todo volvió a quedar en silencio. ¿Quién había pasado por su mamá? ¿Había llamado un taxi? Irina no quiso apagar la lámpara del buró. Estaban solas en la casa: Rubí y ella. Irina bajó de la cama y cargó a su mascota. Rubí apenas abrió los ojos. Irina la metió entre sus colchas, con la cabecita sobre la almohada, vio que Rubí seguía dormida. Irina tomó su celular, checó la hora: nueve de la noche con treinta y dos minutos, cogió el libro que tenía en el buró: “El nacimiento de una estrella”, y lo abrió donde estaba el separador. Leyó la primera línea: “…qué suerte he tenido de nacer…”, eso decía la estrella. Irina dejó el libro sobre su vientre, recordó la frase, su papá la cantaba todos los días, era de una canción de Alberto Cortez. ¿De qué había muerto su papá? Nadie supo decirle. Un día la mamá la llamó a la sala, la abrazó y le dijo: “murió tu papá”. Algunas lágrimas, una nalgada afectuosa al bajarla de sus piernas y nunca más volvió a tocarse el tema. Irina ni siquiera tuvo tiempo de llorar la muerte de su papá, jamás recibió una respuesta diferente, siempre que preguntaba de qué había muerto el papá, todos le decían: “se murió y punto”. Parecía que el punto no era un punto seguido, sino un punto final. Así creció Irina. ¿Había tenido suerte por nacer?, se preguntó Irina, pero ya no le dio cuerda a su pensamiento, porque vio que Rubí movió la cabeza, paró las orejas y se puso alerta. Irina también había escuchado un ruido afuera de la recámara, como si algo se hubiese quebrado. Sí, algo se había quebrado, fue un ruido de cristales rotos, pero como si hubiese sido un globo lleno de agua, porque no fue la clásica explosión de cristales por todos lados, sino un sonido sordo, seco, pero de cristal, de que algo se había quebrado. Irina vio a Rubí, pero la perrita ya había vuelto a su posición de dormilona. Irina aguzó su oído, ya no escuchó algo más, tomó el celular de nuevo y vio que eran las diez en punto, en punto. Pensó si iba a la puerta, la abría y buscaba el origen del sonido. Desechó la idea, tomó el libro de nuevo y siguió leyendo: “…dijo la estrella, cuando vio la burbuja del cielo, ella era una más de los millones de estrellas que los seres de la Tierra y de otros planetas veían todas las noches…” Irina no pudo continuar con la lectura, porque escuchó pasos en el pasillo. Pensó si sería su mamá de regreso. Habló en voz alta: “mamá, ¿sos vos?” Los pasos dejaron de escucharse, Irina vio que se movía el pomo de la cerradura de la puerta de su recámara, insistió: “¿mamá?” Posdata: la primera vez que leí el cuento de Estrada me decepcionó porque terminaba en la línea que escribí, donde la niña preguntaba si quien abría la puerta era la mamá. Pero, cuando le di una relectura comprendí por qué el título era: “¿Hay cristales irrompibles?” Supe que había entrado la mamá, se sentó en el borde de la cama, le tomó una mano a la hija y, como si hubiese regresado el tiempo, Irina escuchó: “murió tu tío Andrés”, unas lágrimas, una palmadita y punto, punto y aparte. Supe que Irina intuyó que el tío Andobas había muerto a las diez de la noche en punto, a la hora que ella escuchó el ruido de la quebradura de una burbuja de cristal, como si fuese de un globo lleno de agua. ¡Tzatz Comitán!

sábado, 12 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON EL FESTIVAL "BALÚN CANÁN"

Querida Mariana: en todo el mundo hay festivales culturales, hay festivales con muchas temáticas y los hay buenos, regulares y malos. Para Comitán y la región es un privilegio que exista el Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”, que en este año 2025 llega a su octava edición. No hay en todo Chiapas un festival con la importancia del que fundó el poeta Arbey Rivera, es un festival de excelencia. Este año está dedicado a celebrar el Centenario del Nacimiento de Rosario Castellanos y tendrá actividades relevantes durante todo un mes. ¿Viste lo que escribí? Del 25 de abril al 25 de mayo 2025, en veinte sedes, se celebrará el Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”. Durante todo un mes habrá actividades que serán como una lámpara iluminando los espíritus de las personas que habitan en los municipios de Comitán, La Independencia, Tzimol, La Trinitaria y Las Margaritas. Se dice muy rápido, pero si nos detenemos tantito y observamos sólo los números vemos la grandeza de este festival: treinta días llenos de arte, veinte sedes, decenas de actividades, y la participación de decenas de personalidades culturales del ámbito estatal, nacional e internacional. Es de gran relevancia la labor que realizan Arbey y los integrantes del Puente Cultural del Sur Sureste. Uno de los actos notables es el homenaje que cada año se le rinde a dos figuras del arte chiapaneco, en esta ocasión será reconocida la labor que ha desarrollado la dramaturga Rosa Hortensia Aguilar Trujillo, asimismo la maravillosa obra literaria del escritor Balam Rodrigo. Hortensia nació en Comitán, Chiapas; es actriz, escritora de obras de teatro y directora del Grupo Escudo Jaguar Teatro, agrupación que ella fundó. Inició sus actividades artísticas bajo la dirección de la Maestra Lupita Alfonzo, fue becaria del Foesca en 1998. Cuenta con diversos reconocimientos estatales y nacionales. Balam nació en Villa de Comaltitlán, Chiapas; es poeta y ensayista, la Enciclopedia de la Literatura en México da cuenta de una gran cantidad de libros publicados y de premios obtenidos, al final de la extensa ficha dice: “Parte de su obra ha sido traducida al francés, inglés, italiano, polaco, portugués y zapoteco, y aparece en publicaciones de Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Honduras, India, Italia, Nicaragua, Perú, Polonia, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay”. Balam es un poeta de trascendencia internacional. La relación de artistas y escritores que participarán en este festival (los organizadores lo mencionan como un “festival comunitario, itinerante e independiente”, lo que indica el grado de mérito que tienen los organizadores). Insisto, no hay otro festival en Chiapas que tenga tal proyección, tal grandeza. ¡Felicidades! Poco a poco irá apareciendo la relación de participantes. Mientras se publica la cartelera te contaré que el acto inaugural se realizará, por primera vez, en una comunidad rural (lo que habla de la importancia que el poeta Arbey Rivera concede a la difusión de la cultura), el día 25 de abril, a las diez de la mañana, las autoridades municipales, integrantes del grupo organizador y creadores artísticos participantes estarán en la comunidad Ojo de Agua, Las Peñitas, municipio de La Independencia, para hacer la declaratoria inaugural de este maravilloso festival. Bueno, en realidad, para los artistas invitados, el inicio será una noche antes, porque en esa comunidad levantarán un campamento, para que, al amparo del cielo estrellado puedan convivir y dejarse abrazar por el aire chiapaneco. Y después del acto protocolario inaugural, ¿qué habrá? Ah, bueno, la comunidad de Ojo de Agua disfrutará de un recital de poesía con Mary Carmen Velasco, Premio Aguascalientes de Poesía, y Níger Madrigal, poeta y artista plástico, originario de Tabasco. Además, habrá una participación del gran jazzista Julio Flores. ¿Más? Sí, mucho más. Antún Kojtom, artista plástico que mereció la Medalla Rosario Castellanos, que entrega el Congreso del estado de Chiapas, realizará un taller de pintura. El grupo de Puente Cultural del Sur Sureste, como lo manifiesta el Festival “Balún Canán”, está comprometido con la promoción del arte y de la literatura, así como de la concienciación del cuidado y protección del Medio Ambiente, por ello, en la comunidad Ojo de agua habrá una siembra de arbolitos el mismo día 25 de abril 2025. Una gran feria cultural se aproxima, cientos de personas tendrán acercamiento a las artes y a la literatura, en las voces y en las miradas de grandes creadores. La propuesta del festival es variada, luminosa. Cada año presentan proyecciones; exposiciones de dibujo, de pintura y de fotografía; recitales de poesía; talleres de diversas manifestaciones artísticas; presentaciones de libros; conversatorios; recitales musicales; danza folclórica; danza clásica; teatro; realización de murales; cuentacuentos, títeres… En la realización de la primera edición del festival, el fundador, poeta Arbey Rivera, explicó la razón del nombre: “No sé si todos sepan, pero esta tierra que ahora se llama Comitán de Domínguez, hace mucho tiempo se llamó Balún Canán, que significa “nueve estrellas” o “nueve testigos”, ya que hay nueve cerros que miran al oriente. Posteriormente, como ustedes saben, Rosario Castellanos le llamó así a su primera novela, “Balún Canán”; dos razones importantes para nombrarle así a nuestro Festival de Literatura”. En este 2025, en Balún Canán, el Puente Cultural del Sur Sureste, honra a la escritora de la novela “Balún Canán”. Las estrellas que brillarán en el lapso del 25 de abril al 25 de mayo serán muchas; los cielos de la región convocarán a cientos de luciérnagas que iluminarán el espíritu de la audiencia. Siempre he sostenido, querida mía, que no podemos regatear aplausos a los promotores de la cultura, a quienes llevan arte a las comunidades más apartadas. Arbey Rivera inició hace ocho años un esfuerzo supremo que, en la actualidad, tiene proporciones gigantescas, excelsas. Comitán, La Independencia, Tzimol, Las Margaritas y La Trinitaria son los cinco municipios beneficiados. Es un gran movimiento de difusión de la cultura. La primera edición del festival tuvo una duración de tres días (del 26 al 28 de mayo 2016); hoy durará treinta días. Este dato da una idea del incremento que ha tenido. El aumento no sólo ha sido en días, sino también en cobertura regional y en propuestas artísticas y culturales. Grandes personajes han sido reconocidos: en el tercer festival: los poetas Roberto Rico y Óscar Bonifaz; en el cuarto festival: el escritor y poeta Óscar Palacios y la artista musical Sonia Conde; en el quinto festival: el escultor Luis Aguilar Castañeda y el sociólogo Fernando Limón; en el sexto festival: la poeta y escritora Mirtha Luz Pérez Robledo y el artista plástico Antún Kojtom Lam; en el séptimo festival: la escritora Ruperta Bautista y el Arenillero. Ahora, en la octava edición, ya te lo comenté, serán honrados: la actriz Rosa Hortensia Aguilar Trujillo y el poeta Balam Rodrigo. Los días se suceden, van uno tras otro, como si fueran ovejas en el campo, pero cada día tiene esencias sublimes, lo que hacen los organizadores del festival es sembrar esencias en la tierra, en los campos para disfrute de los niños, jóvenes y adultos. El tiempo no da tregua al movimiento, no hay pausa posible, pero el ser humano tiene la capacidad de jugar a las escondidas. Arbey es un mago que permite entretener al vértigo y darle pausa al espíritu humano. Un día pensó que era posible hacer un festival que convocara al talento local, estatal, nacional e internacional y se aventó a la gran aventura de realizarlo. Hoy, en abril y mayo 2025, la octava edición (es difícil creerlo) será un festejo de un mes, un mes donde la mañana se hará casi infinita, las nubes no dejarán de ser barcos con frutos y las fronteras serán un pretexto para estar juntos. Posdata: Arbey y sus amigos y sus amigas son sembradores de peces a mitad del desierto. ¡En hora buena! ¡Tzatz Comitán!

viernes, 11 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON EL MEJOR AMIGO

Querida Mariana: los lectores no estamos peleados con la sociabilidad, no. Los lectores amamos a la humanidad, así como respetamos toda manifestación natural, como los animalitos. Sucede que como el libro nos ha enganchado desde siempre lo tenemos como nuestro mejor amigo. A ver, ¿cuál es la definición de amigo? Para no fallar reviso el diccionario y encuentro que la amistad es: “afecto personal, puro y desinteresado compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Uf. Cualquiera podría decir que cuando un lector, como yo, dice que sus mejores amigos son los libros, estaría confesando su locura, porque el diccionario (un libro gordo y que se asume como la crema y nata del estudio de las palabras) dice que la amistad se aplica a otra persona. Comienzo a dudar, porque conozco muchas amigas y amigos que consideran a sus mascotas (perritos o gatitos) como sus mejores amigos, los he visto, incluso, platicar con ellos, avisarles “te portás bien, no tardo, voy al mercado”. Cuando regresan a casa, abren la puerta y se topan con su mejor amigo (que los recibe dando vueltas alrededor de ellos, moviendo la cola) y preguntan: ¿cómo te portaste? Siempre he pensado que esperan que, en cualquier momento, el perrito responda. Samantha, cuando tiene algún problema, no acude al psicólogo, ¡no!, abraza a su gatito y comienza a platicar con él, a contarle su aflicción, dice que cuando termina se siente mucho más aliviada y manda a la chingada el conflicto que, por arte de magia, parece desaparecer. Así que, en un mundo loco, parecería ser una práctica común tener a los gatos, perros y libros como los mejores amigos. Como nunca se me dio lo de encariñarme con animalitos pues tengo a los libros como mis mejores amigos, esto ha sido (te lo he platicado) desde que era niño. Comencé leyendo revistas de monitos y cuando descubrí las novelas y libros de cuentos y poemarios en la Proveedora Cultural, de Don Rami Ruiz, decidí que ellos (los libros) serían mis mejores amigos, por eso, desde entonces no los dejé ni para ir al baño (literal). Todos los lectores han enumerado las grandes ventajas de los libros como amigos, no incurriré en el error de repetir tales virtudes, pero ahora mismo sé que estás pensando en una o dos, dones que, por desgracia, no poseen los amigos de carne y hueso. Sólo diré una virtud de los libros: siempre están disponibles para platicar conmigo, esto no resulta con las personas, porque cada persona tiene sus propias inquietudes, deseos y motivaciones. El libro (amigo fiel) jamás protesta porque lo abro a las tres de la mañana cuando despierto antes de tiempo. He visto que cuando alguien tiene un problema hace una llamada en la madrugada a un amigo y éste, al ver el nombre en el celular, se hace tacuatz y piensa: ¿qué querrá, por qué me llama a esta hora? Pues es respuesta sencilla: ¡quiere hablar con vos! Resulta que el amigo esconde la cabeza (como avestruz) debajo de la almohada y deja que el celular timbre hasta que todo queda en paz, de nuevo. Si el amigo posee todavía cierta decencia, llama al día siguiente y dice: “encontré una llamada perdida tuya, ¿puedo servirte en algo?” Esto que escribo lo hago sólo como un ejemplo bobo para demostrar que el mejor amigo del hombre puede ser el perro o el libro, en mi caso es este último. El padre Armandito siempre recomendaba que si tenía algún problema tomara el ejemplar de mi Biblia y lo abriera al azar, aseguraba que ahí estaría un mensaje para darme una solución a mi problema emocional. Pues, para aumentar la idea de que soy un loco, contaré que en más de dos ocasiones lo hice ¡y funcionó!, siempre funciona, el libro es el mejor escucha y el mejor gurú. Ahora sé que no necesariamente la respuesta afectuosa está en el libro sagrado, ¡no!, puede estar en el libro profano, sobre todo en el que aparece el halcón del humor. Posdata: dije que no haré una relación de las ventajas de los libros, pero ¿verdad que ahora vos pensás en más de dos virtudes? Digo, para fortalecer la certeza de que mis mejores amigos son los libros, por esto siempre ando con uno en la mano, antes lo llevaba a todas partes en formato físico y medio mundo me veía cargando un ejemplar impreso, ahora, con esto de la tecnología llevo muchos libros en mi teléfono celular, en la biblioteca del Kindle. La gente puede creer que cuando reviso mi teléfono estoy viendo tiktok o estoy enganchado en una conversación, sí, a veces se da, pero la mayor parte de mi tiempo “en estado celular” estoy leyendo un libro electrónico, ahora acabo de adquirir el más reciente libro de cuentos de mi amigo Fabio Morábito, “Jardín de noche”, que ya te conté tiene en todos los cuentos el mismo inicio. Mirá, yo, sin saber, hice un ejercicio similar en mi más reciente librincillo de cuentos, ¡no todos!, pero tres cuentitos tuvieron el mismo principio, como si fuera un ejercicio de taller de creación. ¡Tzatz Comitán!

jueves, 10 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON LA PRESENCIA DE HERNÁN LEÓN VELASCO

Querida Mariana: seguimos con los actos de reconocimiento a Rosario Castellanos, en el Centenario de su nacimiento. 1925 fue el año donde apareció la pichita consentida de Comitán (apareció en la Ciudad de México); ahora, en el 2025 todo mundo la celebra, la lee, la relee, la piensa, le avienta palabras como papalotes, para que su esencia esté presente en todos los cielos. El doctor Hernán León Velasco, connotado intelectual chiapaneco, agrega su nombre al de amigos y amigas que han compartido con nosotros su homenaje a la gran Chayito (como cariñosamente le decían su palomilla en Comitán). El nombre de Hernán León Velasco, presidente de la Asociación de Escritores y Poetas de Chiapas, se une a los nombres del licenciado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, presidente del Congreso del estado de Chiapas; del profe Denis Solís, presidente municipal de La Trinitaria; de la promotora cultural María Elena Jiménez Guillén; del escritor Jorge Mandujano; del escultor Luis Aguilar; de la escritora y poeta Marvey Altuzar Figueroa; del comitequísimo Raúl Macal Cancino, gran viajero; y de Iván Ibáñez, maestro de la comunicación. Personas ilustres de Comitán y de la región han escrito papelitos para dejar en el nicho de Rosario Castellanos, la gran escritora. Son papelitos de china, de todos los colores; papelitos que hacen un sonido como de galleta, como de palma de nido de pájaro. Te comparto el texto que escribió Hernán León Velasco. Va: A nuestra entrañable Rosario Castellanos Aquí estoy, desde este siglo XXI, escribiéndote como quien le escribe a una hermana mayor que nunca conoció, pero que ha estado siempre en la memoria. Porque en Chiapas, Rosario, tú no eres solo un nombre en los libros: eres la voz que nos habla al oído cada vez que miramos nuestra tierra y sus silencios. Te llevamos en la piel, en el corazón, en cada palabra que intentamos decir con dignidad. Nos enseñaste que la literatura no es un adorno, sino un acto de conciencia. Que el oficio de escribir es el oficio de dolerse y de amar al mismo tiempo. Por eso, hoy que celebramos tu centenario, no te recordamos como quien evoca el pasado, sino como quien reconoce a quien nunca se ha ido. Estás aquí, Rosario, en el aire que cruza Comitán, en la dignidad que defendiste, en la justicia que todavía nos falta. Tu palabra sigue naciendo entre nosotros. Gracias por quedarte. Posdata: Hernán dice que Rosario nos enseñó que la literatura es un acto de conciencia; por esto, en estas fechas de celebración, todo mundo reflexiona acerca de lo que ella escribió, de lo que ella nos legó. Por esto, desde acá, desde “el aire que cruza Comitán”, agradecemos a todos quienes han dedicado minutos de su valioso tiempo para bordar esta flor que, en nombre del mundo, le entregamos a la gran escritora. ¡Tzatz Comitán!

martes, 8 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, DONDE APARECE SABINES

Querida Mariana: lo supe desde el principio, sabía que alguien brincaría. Después de compartir la noticia que me dio el licenciado Hermilo Aranda, director del Centro Cultural Rosario Castellanos, acerca de la celebración que se hará el próximo año por el centenario del nacimiento de Armando Alfonzo Alfonzo, Alondra mandó un mensaje, dijo: “¿y Sabines, ‘apá?” Por supuesto, en el 2026, el gran acto celebratorio, en Chiapas y en todo México, será el centenario del gran poeta Jaime Sabines. Comitán, sin duda, se agregará a todos los pueblos del mundo que festejarán la vida luminosa de Jaime, el gran poeta chiapaneco. No sé qué pensés vos, pero Jaime quiso mucho a Comitán, si faltara una prueba debemos remitirnos al poema que comienza así: “cómo puede decirse un amanecer en Comitán…”, que es el canto más amoroso que jamás poeta alguno le dedicó a Comitán. El licenciado Hermilo Aranda me dijo que el próximo año colocará una placa en el Centro Cultural Rosario Castellanos, donde estará el poema, para que todos los visitantes y gente de acá lean ese prodigio, lo lean en voz alta, para convocar la esencia de este pueblo a través de la palabra excelsa de Sabines, que es una cinta de aire envuelta en el tronco de una ceiba. Sí, le dije a Alondra, por supuesto que Comitán festejará a Jaime, pero no sólo a él, sino también al gran artista comiteco Armando Alfonzo Alfonzo, quien nos regaló, asimismo, textos y dibujos envueltos en papel de china. Armando y Jaime amaron a Comitán. Jaime fue gran amigo de Gustavo Armendáriz, en muchas ocasiones estuvo en su casa comiteca, ahí platicaban y bebían (y Sabines fumaba y escribía). Jaime fue padrino de boda de Rox, hija de Gustavo. Jaime Sabines caminó, muchas veces, las calles de Comitán, de ahí bebió la esencia que luego volcó en el poema citado. “Cómo puede decirse un amanecer en Comitán / ¿en mayo, en la quietud, en la frescura, en el aire?...” Ningún otro poeta, nacido acá o de fuera, bordó cintas de aire con tal belleza. Jaime nos regaló la más sublime oración, ablución permanente, repique de campanas, sonido de cacho de toro, rebambaramba jovial. Celebraremos al comiteco Armando y también al tuxtleco Jaime. Ya imagino a chicas y chicos leyendo “Los amorosos”, con la misma pasión que lo leyó la actriz Alma Muriel, en la película “Amor libre”; ya imagino a los niños y a las niñas, columpiándose, recordándonos que “la luna se puede tomar a cucharadas”; y a medio mundo, jugando lotería, con el grito que invita a canonizar a las putas. Nadie puede regatearle algo al gran poeta, que las nueve estrellas de Comitán jueguen a la ronda para iluminar el rostro del poeta que regaló a Comitán la más hermosa cinta de aire. Posdata: Alondra brincó de inmediato: “¿Y Sabines, ‘apá?” Claro, por supuesto que sí. Sabines será un papalote que volará en todo el veinte veintiséis. Algún día hablaremos de Yuria, la casa de campo que Jaime tuvo muy cerca de la zona de Los Lagos de Montebello. ¡Tzatz Comitán!

lunes, 7 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON BUENAS NUEVAS

Querida Mariana: me encanta la frase: “te traigo buenas nuevas”, porque hay nuevas malas. El otro día, el licenciado Hermilo Aranda, director del Centro Cultural Rosario Castellanos, me dio dos buenas nuevas. Como sé que a vos también te dará gusto, te las comparto (las buenas nuevas, mal pensada), la primera es que la autoridad cultural del estado de Chiapas está haciendo grandes preparativos para el festejo del Centenario del nacimiento de Rosario Castellanos; y la segunda buena nueva fue que el próximo año celebrarán por todo lo alto el Centenario del Nacimiento de un gran comiteco: Armando Alfonzo Alfonzo. Estas noticias me alegraron. Hemos comentado que mientras no se hagan campañas de difusión culturales, la vida se empobrece. Comitán es un pueblo riquísimo en rasgos culturales, en este pueblo han nacido o vivido artistas e intelectuales que le han dado gloria. Rosario y Armando son dos personajes que dieron brillo al pueblo comiteco. Claro, Rosario tuvo mayor trascendencia, porque el destino actúa de manera misteriosa en esa escalera de la fama. El talento de Armando fue grande, pero quienes lo conocieron comentan que a él le gustaba caminar por la orilla, tal vez le gustaba iluminar los espacios que están más cerca del pueblo que del poder. Por eso su trabajo creativo no tuvo mayor difusión. Es una gran noticia que en el 2025 Comitán celebrará a su pichita consentida; y en 2026 festejará a su pichito consentido. Sí. Armando Alfonzo fue el comiteco que nos legó, en forma artística, el pueblo que a él le tocó vivir en su infancia y adolescencia. Igual que Rosario Castellanos, Armando Alfonzo pepenó la esencia del pueblo y la preservó en libros que él mismo editó. El primer libro que publicó fue “Sólo para comitecos”. En el título, si lo vemos con la perspectiva del tiempo, observamos un rasgo de su personalidad; es decir, él no vio la trascendencia de su obra. Es un poco como si hubiera dicho: este mi libro sólo es para gente de acá. No alcanzó a ver que él estaba dando una gran mirada a un pueblo que, sin duda, podría interesar a lectores del mundo entero. Su libro está lleno de anécdotas simpáticas, que son como síntesis de la personalidad de Comitán, y el mojol de lujo son los dibujos que realizó para acompañar sus textos, dibujos geniales, de gran trazo. Pero él dijo: este libro es sólo para comitecos. ¿Qué pasó con Rosario? Bueno, ella, por las relaciones humanas que tenía, logró publicar su novela “Balún Canán” en el Fondo de Cultura Económica. ¿Mirás la diferencia? Los libros del Fondo tienen difusión en toda la república mexicana y en algunos otros países, lo que le permitió a nuestra Chayito presentarse a través de una gran ventana. El genio creativo de Armando se mostró en una de esas ventanitas que existen en las casitas modestas de Comitán. Pero hay que insistir, su genio creativo fue de gran relevancia, no sólo para este pueblo, sino para todo el mundo. Celebré las dos noticias que me dio el director del Centro Cultural Rosario Castellanos, porque el festejo de este año será deslumbrante para celebrar el centenario del nacimiento de nuestra pichita consentida, y el próximo 2026 el festejo será para nuestro pichito consentido, Armando Alfonzo Alfonzo, por el centenario de su nacimiento. Posdata: así como hay dos placas que dan cuenta de las casas donde vivió Rosario Castellanos (una frente al lateral del edificio de la presidencia municipal y otra en la calle frente a la entrada del Pasaje Morales), también hay una placa en la casa donde Armando vivió (en la avenida que sube de San Sebastián al centro). Un grupo de amigos tuvo la iniciativa y dicho grupo fue más allá porque logró que una avenida muy importante llevara su nombre; pero, en la actualidad, la imagen de Armando está olvidada, comienza a llenarse de polvo. Es una pena, porque si los chavos y chavas se acercaran a su obra encontrarían maravillosas huellas para consolidar su identidad. Felicito ampliamente al director del Centro Cultural Rosario Castellanos por ambas buenas nuevas: 2025 es un gran festejo para Rosario; 2026 será un gran guateque para Armando. Porque no todo es Rosario, porque no sólo es Rosario. Comitán tiene más, mucho más. ¡Tzatz Comitán!

domingo, 6 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON UN NOMBRE TECNOLÓGICO

Querida Mariana: me gustaría decir que tu nombre es el más pronunciado. No es así. En estos últimos tiempos otro nombre ha aparecido en el imaginario colectivo. El nombre de Alexa lo pronuncian miles y miles (¿millones?) de personas en el mundo entero. Sí, en todo el mundo se escucha que en una casa alguien dice: ¡Alexa!, y un chunche tecnológico ¡despierta! y se pone al servicio de esa voz humana. Ese chunche es otro prodigio de la tecnología actual. Yo no he caído en tal grieta luminosa, pero en la oficina ¡ya llegó Alexa! Cuando Roberto Carlos termina de subir la escalera nos saluda y, de inmediato, dice: Alexa, y da el nombre de una canción de Maná (parece ser su grupo favorito), se sienta, se pone a trabajar, mientras Alexa le hace su gusto. ¡Le hace su gusto! Alexa, dice Paty, baja volumen, y el sonido se apacigua. ¿Qué es esto?, pregunto. Ahora, la novedad es que Alexa ya llegó a la casa, a través de mi Paty, ella pensó que a mi mamá le servirá escuchar música de una estación de radio que sólo música selecta provee. Ayer (nunca lo hubiera imaginado) mi Paty le estuvo enseñando a mi mamá y ésta ya pronunció el nombre que todo mundo pronuncia: Alexa, ¿qué hora es?, y escuché la voz cibernética que, como si fuera un reloj parlante, dio la hora exacta, la hora Haste, HASTE, la hora de México, la hora del mundo (no exagero, en China era otra hora). Ahora mismo un amigo mío está de vacaciones en Estambul, él está viviendo una hora diferente, el otro día me contó que se despierta a las seis de la mañana de allá, porque desde las mezquitas escucha el grito del muecín, que desde el minarete de la mezquita convoca a la oración. Debe ser impactante ese grito. Pensé entonces que una de estas mañanas le hablaré a Alexa (Dios mío, no sé qué estoy escribiendo), desde una orilla de la sala diré: Alexa, pon el sonido del muecín. ¿Me lo dará? Probablemente sí. En caso contrario dirá: no entiendo tu orden y se pondrá en modo Dormir, dormir, descansar, descansar, hasta que otra voz reconocida la despierte. Esto de Alexa es todo un tema. Parecería que debió ser nombre femenino la aplicación de este chunche. ¿Por qué Alexa? El Internet dice que por su sonoridad, por su “cercanía a un nombre humano” y en honor a la biblioteca de Alejandría. ¡Pucha! Alexa es una palabra sonora, dicen los expertos. Ahora casi casi me siento chento, porque pienso cómo me dicen mis cercanos: Álex. Pucha, casi pariente de la famosísima Alexa, casi casi homenaje permanente a la biblioteca de Alejandría; casi casi cercano del gran Alejandro Magno. ¡Dios mío, el tema de Alexa ya me está haciendo derrapar sobre el pantano pegajoso de la imaginación desbordada! Mi Paty dice que Alexa será acompañante de mi mamá. Cuando ella y yo estemos en la chamba, mi mamá “hablará” con Alexa, le dirá el nombre de la estación de radio y, de inmediato, Alexa le cumplirá el deseo. Cuando mi mamá quiera saber qué hora es (lo hace en forma constante) ya no irá a la sala a checar el reloj, le bastará pedir la hora a Alexa y ésta, con su vocecita metálica, le dirá: son las tantas horas del día y mi mamá volverá a dar una indicación y Alexa le hará caso. Dios mío, Alexa se volvió un nombre repetido constantemente. Sabés que yo creo en el poder inmutable de la palabra. ¿Qué tanto se modifica el ritmo del universo con la repetición de este nombre? El nombre de Dios es uno de los más repetidos desde que el ser humano tuvo necesidad de decirlo, ahora ya apareció el nombre de esta diosa tecnológica, en todo el mundo se dice su nombre: Alexa. Es como si cada ser humano se convirtiera en un muecín y, desde el hogar, mezquita del espíritu, pronunciara un nombre femenino para que el deseo se convierta en realidad, una realidad virtual aún pishcul, pero que ya permite vislumbrar un horizonte como el que mi amigo tuvo cuando se subió a un barco en Estambul y navegó el gran Bósforo y desde la orilla de su barco vio la orilla majestuosa de Estambul y el guía dijo el nombre de la gran mezquita que tenían frente a sí, claro, a otra hora de la hora que teníamos en Comitán. ¿Cómo se pronuncia el nombre de Alexa en Estambul? ¿Cómo en Japón? No lo sé. Sólo sé que por este lado del mundo, mucha gente dice el nombre de Alexa a todas horas, cuando menos en la oficina Roberto Carlos le pide a la amiga Alexa que ponga una determinada canción de Maná y Alexa le hace su gusto. ¡Dios mío! Posdata: ya te conté que el nombre es tan popular, que el otro día una amiga mía entró a una tienda modesta y pidió un kilo de arroz, la señora, en voz alta, dijo: “Alexa, ¿cuánto vale el kilo de arroz?”, mi amiga se maravilló, pucha, hasta dónde ha llegado la tecnología, pensó; en ese momento salió una muchachita y le dio el precio del kilo de arroz. ¡La gran ciruela, el nombre de su hijita es Alexa! ¡Uf! ¡Tzatz Comitán!

sábado, 5 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON PERSONAJES DE CÓMIC

Querida Mariana: ¿ya viste el dibujo? Me cuentan que esto se logra con una aplicación de Inteligencia Artificial. Acá está el equipo de Arenilla, al lado del busto de Rosario Castellanos. Este dibujo honra a nuestra escritora en el año que Comitán y el mundo celebran el Centenario de su nacimiento. Tal vez vos viste una serie de estos dibujos en las redes sociales. A medio mundo le entró la gana de usar la aplicación para que una fotografía “normal” fuese convertida en un dibujo con maravillosos trazos japonés. El término “viral” significa que un suceso se hace famoso en redes sociales; pues, bueno, esta disciplina se hizo viral. ¿Recordás que te mandé el dibujo de una foto de la tía Elena? Su nieto Alan, experto en chunches electrónicos, le regaló un dibujo hecho con el Efecto Ghibli. ¿Efecto Ghibli? ¿Y con qué palillos se come eso? Busqué en Internet y hallé que se refiere a un estudio donde muchos dibujantes hacen animaciones en 2D. Resulta que ahora, gracias a una aplicación electrónica, se “mete” una fotografía y segundos después (no sé cuántos) aparece la imagen transformada, casi casi como si la hubiesen dibujado en el taller artístico. ¡Pucha! ¡Es una genialidad!, pero, a la vez, es algo que da “ñañaras”. Tan es así que Hayao Miyazaki, el director y creador del estudio de dibujo, no estuvo de acuerdo con esta aplicación de la Inteligencia Artificial, porque las imágenes las convirtieron en artificiosas. Pero, asimismo, confieso que cuando vi la imagen donde aparece el equipo de Arenilla me sorprendí gratamente, porque ahí está Paty (editora ejecutiva), luego yo, al centro Carlitos (el ilustrador de los cuentitos), con un brazo sobre la base del busto de Rosario está Cielito (la encargada de la chamba digital) y Roberto Carlos (director de arte y mercadotecnia). El tema se presta para mil comentarios, ya los expertos han comenzado a dar sus opiniones. En principio, la chamba de los dibujantes a mano alzada está en riesgo, porque ahora todo mundo puede lograr imágenes hechas con aplicaciones de Inteligencia Artificial. El primero que se enojará, sin duda, será nuestro admirado escultor comiteco: Luis Aguilar, porque en este dibujo, el busto de Rosario Castellanos que él diseñó ¡no tiene los vacíos que son parte de su estilo! La Inteligencia Artificial se encargó de llenar lo que Mario Uvence llama “oquedades”. No sé qué pensés vos, pero a mí, así en lo íntimo, me gustó la imagen, porque, además de que aparecemos al lado de Rosario, aparece un Comitán idílico, al fondo los techos de teja, la arboleda del parque, la laja de las jardineras, el edificio del palacio municipal, las sombrillas de los boleros, el cielo, las nubes y la bandera de México. La aplicación logra aplicar el estilo del estudio artístico y produce imágenes bellas, como la que te presento. Recuerdo que la fotografía donde se basó la Inteligencia Artificial nos la tomó el gran fotógrafo Jorge Quevedo y Roberto Carlos la compartió en una edición de nuestra revista impresa. Nos preparamos para la sesión fotográfica, por eso nos mirás bien bonitos, la Paty con un blazer azul; el Molinari con su corbatía (como si fuera chofer de la Cristóbal Colón); Carlitos, con una camisa con filos bordados; Cielito con outfit (mudada) en tonos rosas; y Roberto Carlos con un estilo casual “matador”. Estamos en el corazón de Comitán, al lado del busto de nuestra pichita consentida, Chayito. Jamás, en un dibujo, se había visto así a Comitán, nunca, ningún artista plástico nos regaló una imagen tan bella, tan cercana, tan íntima. Acá está Comitán y estamos nosotros. Arenilla tiene mucho que ver con Comitán, es Comitán, y acá está el pueblo en una imagen inédita, que realizó la Inteligencia Artificial, maravilloso artificio. Porque, vos lo sabés, yo crecí leyendo revistas ilustradas. Equipos de dibujantes se dedicaban a pasar a imágenes las historias que los guionistas habían creado. Los millones de lectores de los hoy llamados cómics y que nosotros, en el pueblo, llamábamos “cuentos” íbamos a la Proveedora Cultural a comprar las revistas de Kalimán, Los Súper Sabios, Chanoc, Memín Pingüín y nos sentábamos en una banca del parque central (el mismo espacio que acá se ve, con modificaciones, por supuesto, pero el mismo lugar, bajo los mismos árboles y el mismo cielo). Pasábamos las hojas de la revista y eso era una forma de ser felices. Las revistas llegaban desde la Ciudad de México, llegaban en los viejos autobuses de la Cristóbal Colón, venían en cajas adentro de las cabinas donde venían también las maletas de los pasajeros. Kalimán, Chanoc, la Familia Burrón y Memín llegaban en los compartimentos oscuros, salían a la luz en nuestro pueblo y quedaban expuestos en las mesas de exhibición donde los lectores las adquiríamos. Los que no tenían paga las hojeaban, había unos tan buenos que las terminaban de leer cada semana; así, cada semana llegábamos los compradores y los que leían sin pagar. Don Rami los toleraba tantito, porque él, viejo maravilloso, fue un señor que, de toda la vida, fomentó la lectura, sabía que eso era el camino para el desarrollo y el progreso, pero, sobre todo, la senda de la felicidad. Sí, querida mía, todos los niños de los años sesenta éramos felices porque leíamos las grandes aventuras donde Kalimán se enfrentaba a momias de Egipto; donde Chanoc subía a la lancha para pelear contra cocodrilos en una población que se llamaba Ixtac, al lado del mar. ¿Mirás lo que escribí? El mar, nosotros, desde Comitán, conocimos historias de mar al lado de Chanoc y de su padrino, el viejo Tsekub Baloyán. Y ahora la Inteligencia Artificial hizo el prodigio (no se puede llamar de otro modo) de regalarnos una imagen donde nosotros, los Arenilleros, somos personajes de historieta. Acá estamos, acá está Comitán. Ahora, cientos de niños y niñas leen, al lado de sus papás y de sus mamás, los cuentos que publicamos en nuestra revista, cada bimestre esperan la revista y leen y disfrutan las historias que ahí se cuentan. Desde Comitán ¡para todo el mundo! Ahora ya no esperan la revista que llegaba en la Cristóbal Colón. La revista llega desde la editorial, llega en un camión de paquetería y nosotros, que amamos la lectura, vamos a muchos lugares para entregar la revista, que llega a muchas manos gracias a la generosidad de nuestros patrocinadores, personas, empresas e instituciones que saben que la lectura es fundamental en el avance de los pueblos. No es casual que ahora el gobierno estatal, encabezado por nuestro paisano Eduardo Ramírez, esté impulsando el programa “Chiapas puede”, que pretende alfabetizar a cientos de miles de chiapanecos. Nosotros, en Arenilla, desde hace muchos años apoyamos el siguiente escalón, que no haya Analfabetismo Funcional, que es donde los lectores, que saben leer y escribir, ya no practican la lectura. Se dice que ahora se lee menos que antes; se dice que México es un país no lector, las estadísticas lo demuestran; pero nosotros creemos que podemos aportar nuestro granito de Arenilla para que la lectura siga siendo esa burbuja maravillosa donde se estimula la creatividad y la imaginación. ¿Y qué creés? Ahora colocamos ejemplares de nuestra revista en el mostrador de la Proveedora Cultural para que nuestros lectores la encuentren y se la lleven en forma gratuita. ¿Mirás el prodigio? En el mismo lugar (en otra dirección) donde acudía a comprar mis revistas de monitos en los años sesenta hoy está disponible nuestra revista, para que los lectores tomen un ejemplar, vayan al parque, se sienten en una banca y, cerca del lugar donde está el busto de Rosario Castellanos, lean los cuentitos y los demás artículos interesantísimos. ¡Hacemos patria desde un pequeño lugar de la patria! Un lugar que hoy es centro de atención del mundo, porque es el lugar donde vivió la gran escritora que nació el 25 de mayo de 1925, en la Ciudad de México, pero que a la edad de tres meses la trajeron su papá y su mamá al pueblo y acá vivió toda su infancia y parte de su adolescencia. Rosario siempre se asumió comiteca, por eso en esta imagen nosotros nos pusimos al lado de su busto, obra que la recuerda en forma permanente, obra donde los visitantes llegan para tomarse la foto del recuerdo. Nosotros nos paramos al lado de su busto para que Jorge nos tomara la fotografía, en ese momento, ¡lo juro!, jamás imaginé que terminaríamos siendo personajes de cómic. La Inteligencia Artificial, ya nos lo dijeron los expertos, es un chunche tecnológico que rebasa lo que jamás imaginamos sucedería. La IA ya es algo que está presente. Acá está una muestra de su poderío. La IA logra en un minuto imágenes que hasta hace poco llevaba muchas horas de trabajo manual. Posdata: acá está la Paty, acá el Molinari, acá Carlitos, acá Cielito y acá Roberto Carlos; acá está Rosario. La imagen fue realizada en el año 2025, año donde conmemoramos el Centenario del Nacimiento de Rosario Castellanos Figueroa. ¡Qué regalo para ella! ¡Qué regalo para nosotros! ¡Qué regalo para Comitán y el mundo! ¡Tzatz Comitán!