Arenilla
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viernes, 22 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON COME GENTE
Querida Mariana: sé que pensaste que me equivoqué, que quise escribir “comején”. ¡No! Quise escribir lo que escribí “come gente”. ¿Conocés algún bicho de estos?
El otro día, en las redes sociales, mi amigo Carlos Gordillo escribió: “somos lo que comemos”. Coincido con lo que dijo. Pensé entonces, sólo de broma y de veras, que hay personas que la sociedad denomina así: “come gente”, porque son chismosas, es gente que le encanta joder la honra del prójimo. En este caso también se aplica lo que Carlos dijo: “son lo que comen”, son personas malvadas, se delatan solas. Que las compre quien no las conozca.
Tal vez debo hacer la aclaración que no me refiero a que en nuestro país haya gente que se dedica al canibalismo, alguien podría pensarlo porque pues, antes de La Conquista, los pobladores de esta región del mundo comían gente, en sentido literal. Me cuentan que los chicos y chicas de estos tiempos tienen el referente de los zombis, que le entran a los humanos. No sé.
Ahora bien, el tema da para más. El otro día (ay, chismoso) escuché la plática de dos chicas en el parque, yo estaba sentado en una banca contigua, una de ellas, con una blusa de tirantes y un tatuaje en el hombro, le dijo a la otra que se andaba comiendo a tal chico. Ya soy viejo, pero no soy tonto, de inmediato supe a qué se refería. Los chicos se comen a las chicas y las chicas se comen a los chicos y, también, hay muchos chicos a quienes les encanta comer a chicos y muchas chicas que se comen a las chicas. Cada quien sus gustos. Acá el término comer no es literal, es un término juguetón. Cuando pasa un chico con una chica de muy buen ver, no falta el comentario machista de alguien: “mirá, qué buena chuleta se está comiendo el bato”.
Por supuesto que Carlos no se refería a esto, él, hombre digno, hablaba del concepto de salud. “Somos lo que comemos”, si comemos comida chatarra somos personas chatarra; si comemos comida sana somos personas sanas. Él siempre sugiere que todos debemos comer una manzana en el desayuno. Ya te conté que el abuelo de mi querido amigo Jorge (ambos descansan en paz) siempre decía la siguiente frase: “manzana y miel de abeja ¡la muerte aleja!”
Pregunté: ¿conocés algún come gente? Estoy seguro que sí. El admirado maestro Alfredo Palacios, destacado intelectual chiapaneco, dijo que Comitán es la Capital Chiapaneca del Apodo. Gracias, maestro Palacios, honor bien merecido, nuestro ingenio nos ha costado, todos los pueblos del mundo son pone apodos, pero el gran poeta Enoch Cancino Casahonda, dijo que el apodo comiteco es de los más ingeniosos del estado de Chiapas. ¿Mirás? No es gratuita la fama, dos talentosos chiapanecos valoraron lo que todo mundo reconoce, los cositías somos abusados para esto de aplicar el ingenio en los sobrenombres. Ahora falta que alguna personalidad diga que Comitán es la Capital Americana de Los Come Gente, porque, no nos hagamos, en el pueblo hay muchas personas que les encanta joder honras ajenas, tijeretear. Está en nuestra sangre. Es tarea de historiadores, sociólogos, antropólogos, cronistas y demás vainas culturales hurgar entre el pasado para identificar la raíz de nuestra forma de ser, única, exclusiva, bendita. Somos un lugar privilegiado, somos un pueblo de valientes, porque, la mera verdad, quiere ganas para sobrevivir en un pueblo que es jodoncito. Ante tanto embate, los comitecos y las comitecas hemos desarrollado un gran caparazón, que ni las golfinas lo poseen, así es que ahí vamos, sonriendo, botándonos de la risa, disfrutando cada instante, sin tomar nada personal, nada a pecho (salvo que la chica que pase frente a nosotros tenga un respetabilísimo par de encantos).
Posdata: somos lo que comemos, dijo Carlos. Tiene razón. El mundo de los sabios recomienda que la comida debe ser nutritiva. No se necesita ser sabio para reconocer que quien come verdura está jodiendo menos a su cuerpo que quien le está metiendo cuchito. Los come gente comen carne y eso les provoca agruras, les llena de grasa su espíritu. Que los compre el que no los conozca.
¡Tzatz Comitán!
miércoles, 20 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON FUENTES
Querida Mariana: en el pueblo, muchos chicos y chicas se citan en la fuente. La fuente está en el parque central, frente al templo de Santo Domingo. Los de mi generación no tuvimos esta fuente. En los años setenta ahí estuvo la manzana que fue derribada para ampliar el parque. Tal vez, aunque suene exagerado, diré que nuestras fuentes fueron dos, la primera fue la modesta que estaba en una esquina del parque con el león que echaba un chorro de agua que salía de sus fauces y que hoy está colocado, todo sholco y olvidado, en el también olvidado Tanque de Los Caballos; y la segunda fue en plural: el apellido del escritor Carlos.
Yo, cuando menos, tengo estas fuentes como referentes de mi memoria juvenil. Si hablo de Carlos Fuentes debo decir que no es uno de mis autores favoritos, pienso que estuvo sobrevalorado, parece que María Félix pensó lo mismo, porque lo llamó “mujerujo”, pero no sólo la actriz lo trató en forma despectiva, también el gran Alfonso Reyes tuvo una opinión que enlodó su ego impecable. Sucede que el título de su novela “La región más transparente” es una frase de Don Alfonso y éste le permitió usarla, pero cuando Reyes leyó el libro lamentó haberle dado el permiso, ya que no le gustó el libro de Carlos.
A mí me gusta el cuento “Aura” y me gusta mucho el ensayo “El espejo enterrado”, asimismo me gustan algunos conceptos que dio acerca de la creación literaria. Fuentes insistía en la disciplina como elemento sustancial a la hora de crear. Él fue muy disciplinado, todas las mañanas dedicaba un tiempo inmutable para escribir, luego de la chamba iba a comidas, al teatro, a la ópera, al cine.
Carlos Fuentes irrigó agua limpia con esta recomendación.
Asimismo, en una ocasión vi en una entrevista que a la pregunta ¿cuál es el compromiso social del escritor?, respondió: el lenguaje y la imaginación.
Su respuesta se me hace prodigiosa, porque son materias esenciales en la creación literaria.
Lástima que en los tiempos actuales han ignorado esta sabiduría, porque muchas escritoras y escritores contemporáneos han relegado a la imaginación. A mí me desagrada que el mundo creativo literario está trepado en el potro de la realidad inmediata; es decir, se han convertido en cronistas del mundo cotidiano. Describir los fenómenos actuales no requiere de la imaginación. Tal parece que estos tiempos hacen apología al dicho “la realidad supera a la ficción”, y la ficción se ha puesto a los pies de la realidad.
Por supuesto que el primer elemento mencionado por Fuentes está en el lugar de privilegio: el lenguaje es la materia prima insustituible, y este elemento lo proveen las personas, los hablantes por naturaleza, los creadores de los giros coloquiales. Las escritoras y los escritores siguen penando el sustrato de su creación en las plazas, en las pláticas de cantina, en las salas de casas, en los cafés, en las manifestaciones, en los templos, en los escasos circos, en los confesionarios, en todos los lugares donde hay un ser humano con sus ideales y frustraciones, pero han olvidado navegar en el mar de la imaginación, han olvidado que el mundo es lo que es gracias al genio inventivo. Las narradoras y narradores de este siglo ya no imaginan, son meros copistas de las acciones que otros hacen.
Posdata: muchas novelas y libros de cuentos premiados hablan de la violencia, de los fenómenos migratorios, de lo que sucede día a día en las calles. La brutal realidad tiene a la imaginación bajo su bota enlodada.
Se están secando las fuentes donde bebíamos el agua de la imaginación y los lectores saciamos nuestra sed con agua del charco de la simple y repetitiva realidad. Qué pena.
¡Tzatz Comitán!
sábado, 16 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON CASA LLENA
Querida Mariana: ¿has escuchado el término casa llena? Estoy seguro que sí. Se emplea para decir lo que dice. He escuchado el término cuando en un baile, en un acto deportivo o cultural, ya no cabe un alfiler, todo está ¡al tope!
La primera vez que escuché el término fue en una ocasión que jugábamos béisbol en un campito en Comitán y el equipo contrario nos puso contra la pared, porque tenía jugadores en las cuatro bases. Alguien, del otro equipo, dijo: “Tenemos casa llena, ya los tenemos agarrados de la garganta”.
Agarrados de la garganta significaba que estábamos a punto de asfixia, y así resultó, porque quien le tocó el turno de bateo se aventó un hit y tres carreras entraron. Por fortuna, al rato se invirtió la situación y nosotros fuimos quienes tuvimos casa llena. Logramos dos carreras y con ello alcanzamos el triunfo, en una tarde emocionante, porque el béisbol, vos lo sabés, es el Rey de Los Deportes, un deporte inteligente. A mi papá le encantaba ver los juegos por la televisión.
No lo vas a creer, pero en los años sesenta formé parte de un equipo de béisbol, en el Colegio Mariano N. Ruiz; el equipo se llamó “Comets” y participamos en un desfile del 20 de noviembre, Pedro Avendaño hizo el banderín y nosotros nos divertimos, porque fuimos con nuestro uniforme y con las manoplas atrapábamos la pelota lanzada.
Casa llena fue lo que logró Don Francisco Carrión, hijo del mítico fundador de la cantina “La Jungla”, lugar que los de mi palomilla visitamos con frecuencia, en los años setenta. Nos encantaba ir a tomar la cerveza y los tragos que eran acompañados con una charola de botanas exquisitas. Como estaba en camino hacia el Club Campestre, muchos de los socios, al volver de jugar tenis o nadar en la alberca pasaban a tomarse una cervecita. Sin duda que quienes conocieron dicho lugar recordarán con agrado dos botanas exclusivas: las papotas que tenían bien dorada las orillas y los bocoles, que eran unas exquisitas tortitas de frijol, únicas, sensacionales.
Don Francisco Carrión tiene esta fotografía en el local de la nueva “Jungla” que sigue dando atención a todos los comensales, ofreciendo carnes, mariscos y ricas botanas.
Casa llena fue lo que logró Don Francisco, porque cuando vi la fotografía y le pedí permiso para compartirla con vos, me dijo los nombres de todos los integrantes del equipo de béisbol que se llamó “La jungla” y fue patrocinado por Don Óscar Carrión Cristiani.
La foto es de la década de los años ochenta, y fue tomada en el estadio de béisbol, en la Unidad Deportiva que hoy lleva el nombre del maestro Víctor Manuel Aranda León.
Don Óscar fue un gran aficionado al béisbol. Sucede que a la edad de trece años dejó Comitán y trabajó en Veracruz, como ayudante de mecánico. Luego, por azares del destino trabajó en Petróleos Mexicanos. Fue en Poza Rica cuando encontró la pasión por el béisbol, su hijo dice que lo llevaba en la sangre, todo fue que conociera los mínimos secretos del deporte para que se aficionara en forma decidida, le encantaba ver los partidos y practicar dicho deporte. Después de una buena temporada lejos de casa, un día regresó a Comitán y acá fue donde abrió “La Jungla” y siguió practicando el béisbol, hasta que patrocinó el equipo que acá aparece en la fotografía.
Dije que el hijo de Don Óscar me dijo, de corridito, los nombres de quienes aparecen en la foto. Esto no es usual, por lo regular, cuando vemos alguna fotografía grupal se nos escapan los nombres. Don Francisco reconoció a todos los personajes, claro, algunos sólo aparecieron en su memoria con un apellido o con el apodo, pero no faltó ninguno de los personajes que acá aparecen. Esto demuestra que tiene una buena memoria y esto se agradece, porque permitirá que yo te diga lo que él contó.
Sucede que él comenzó de derecha a izquierda, cuando lo usual es lo contrario, de izquierda a derecha, pero entiendo que él los fue identificando así (de derecha a izquierda) porque el primero que aparece a la derecha es su papá, el reconocidísimo Óscar Carrión Cristiani. He dicho que tengo la duda del apellido paterno: ¿Carrión o Carreón? Todos los testimonios indican que es con i, así que así lo dejo, si fuese lo contrario, pues basta que cambiemos la i por la e, al final de cuentas suena igual en su pronunciación.
Así que vamos de derecha a izquierda. ¿Sale? El primero que aparece es Don Óscar, vestido totalmente de blanco, incluso su visera tiene el mismo color. En lugar de ver hacia el fotógrafo ve el grupo que patrocinó.
En segundo lugar está Óscar Cruz; luego, con bigote, Ruperto Nájera, quien tenía el sobrenombre de Pico de Oro y así es muy conocido en el pueblo; enseguida Jacinto San Martín Piña, quien también no ve directamente a la cámara; luego está Porras (así lo identificó Don Francisco), como sucede en muchos casos él es reconocido por el apellido. En seguida está un hijo de Don Óscar: César (quien ya falleció. De hecho, Don Óscar tuvo tres hijos y sólo vive Don Francisco, quien es actualmente el gerente general del negocio).
A continuación está la madrina (recordá que es tradición que al presentarse un equipo en un torneo, los integrantes son acompañados por una chica linda que los amadrina). Ella es la maestra María Esther (por ahí se extraviaron los apellidos); a continuación está el famoso Paco “Marrorro”, quien tiene un buen sobrenombre, sonoro, porque tiene doble erre. Luego, con un bigote delgado está Javier Ortega, hijo de un gran amante del béisbol: Don Zenaido.
En la parte delantera está (ahora sí, de izquierda a derecha) otro famoso jugador: Toshé. Don Francisco no dijo más, así nos aquedamos: Toshé. En seguida está Roberto Gordillo, el famosísimo Torito, quien ahora, muchos años después, está convertido en un gran artista musical de Chiapas, es un cantante sublime. Ah, las vueltas que da la vida, no llegó a ser como el Toro Valenzuela, llegó a ser el gran Roberto Rojo. Luego, en el centro de la fotografía está otro hijo de Don Zenaido, a quien le decían Chava (bueno, en realidad los amigos les han dicho Chava a todos los hermanos, incluso a las mujeres). ¿Quién más? Bueno el que sigue es Miguel De la Cruz Valdivieso y al final el famosísimo Many.
¿Mirás qué prodigo? Gracias a la memoria de Don Francisco hemos identificado a todos los integrantes de esta maravillosa fotografía.
¿Quiénes están en la tribuna? Ah, no, ya no, eso ya es una grosería. Lo que sí advertimos es que esa mañana había una gran cantidad de aficionados en el Diamante de la unidad deportiva. Se ve que toda esa zona tiene una malla que impide que los pelotazos ofendan a los espectadores. Esto es práctica común en estadios de béisbol, cosa que no sucede en un estadio de fútbol soccer.
Te he contado que con mi palomilla asistimos como espectadores a muchos encuentros de béisbol en el maravilloso estadio del Seguro Social, estadio que ahora ya no existe, un amigo me dijo que lo demolieron y construyeron una gran plaza. Nosotros, cuando estudiábamos en la Ciudad de México vivíamos como a tres cuadras del estadio, así que era pan comido asistir. De hecho, en el edificio donde vivíamos, también vivían dos reconocidos jugadores de los Diablos Rojos. Mis amigos se hicieron amigos de ellos, así que no era infrecuente que tuviéramos cortesías para entrar gratis a los encuentros. Como vos no sos aficionada al béisbol diré que Los Diablos Rojos del México era uno de los grandes equipos de la Liga, hace de cuenta como el Guadalajara o el Cruz Azul del fútbol soccer, así que el estadio se llenaba cuando había encuentros entre los Diablos Rojos y los Tigres. Nosotros bebíamos cerveza. Pasaba un chico con una cubeta llena de cervezas bien frías y (así lo recuerdo) comprábamos latas de cerveza, botes que luego aventábamos al diamante cuando la gente protestaba por una mala decisión del ampáyer.
Cuando paso por “La Jungla”, en su nuevo local, recuerdo la antigua Jungla, donde estaba Don Óscar e íbamos a tomar la cerveza, el recuerdo tiene una mezcla de chimbo y de esa fruta amarga que se llama cacaté, porque tres amigos de la palomilla ya fallecieron: Miguel Román, Jorge Pérez y Memo Del Castillo. Los que saben dicen que esto de la vida tiene estas cicatrices. Es una lástima que la vida sea una película con un “the end” lleno de caca.
Posdata: la fotografía que me prestó el gerente del restaurante es sensacional, habla de un tiempo prodigioso.
¡Tzatz Comitán!
viernes, 15 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON ANTORCHAS
Querida Mariana: ¿conocés al licenciado Pepe Morales Domínguez? Tuve el gusto de conocerlo cuando laboró en la secretaría del Ayuntamiento Comiteco, hace años. Desde entonces cuento con el privilegio de su amistad. Él ya participó en un Platicatorio, tiene muchas vivencias. Es coleccionista de figuritas con personajes de películas, además es un gran conocedor de cine y un experto DJ.
Siempre que comparte algún video en redes sociales saluda diciendo: “buen día ¡antorchero!, ¡antorchera!” ¡No! Este saludo no está relacionado con las antorchas que año con año se realizan en nuestro país, o tal vez sí, en parte.
Él saluda así porque, ya me explicó, un antorchero o una antorchera es una persona que va delante de él, iluminando su camino, rasgando la oscuridad para que él camine en forma más segura.
No sé qué pensés vos, pero a mí me encanta su saludo, porque lleva implícito un reconocimiento a quienes, a través de su vida, en el camino han pepenado la sabiduría y la transmiten.
No todo antorchero o antorchera es una persona iluminadora, hay gente que usa la antorcha para provocar incendios.
El licenciado Pepe saluda a los espíritus nobles, a quienes poseen la sabiduría, a quienes son maestros o maestras.
Te invito a que cerrés tantito los ojos y pensés en esos espíritus antorcheros que han iluminado tu camino. ¿Cómo vos llegaste a ser lo que sos? Vos, lo digo yo, pero mucha gente lo reconoce, sos una chica que le hace bien al mundo. Estás dedicada a iluminar tu alma y con tu pasión cinematográfica querés un día iluminar el corazón de los espectadores, así como lo han hecho los grandes de la cinematografía mundial: Kurozawa, Fellini, la Copolla y demás iluminadores, antorcheros y antorcheras geniales.
Pepe es un melómano, esa es su chamba, su pasión, la mezcla de antorcheros y antorcheras melódicas. Siempre he dicho que Los Beatles han sido inspiradores. El otro día escuché una declaración de Sir Paul McCartney: ¡no estudió música! Pues no, la genialidad armoniosa se trae, hay, digo yo, antorcheros mayores que determinan destinos, tal vez mucho antes de nacer, porque ellos mandan su luz a través de los genes, genes que vienen del Principio de todo. Pepe reconoce que en su vida han existido ancestros que han contribuido para que ahora él sea lo que es.
A mí me encanta su saludo: buen día, ¡antorcheros!, ¡antorcheras!; es decir, ¡buen día, seres que inspiran!
El mundo, querida mía, necesita más antorcheros y antorcheras y más gente que reconozca tales influencias luminosas, porque hay muchos seres que pasan de noche, que no reconocen la sabiduría de los otros.
Por eso, cuando escucho el saludo de gente positiva, como Pepe, es cuando insisto en que Comitán no debe regatear el reconocimiento para la gente que, como él dice, ilumina los caminos. Los antorcheros y antorcheras no quitan piedras en el camino, pero sí dan luz para que los caminantes vean por dónde está el sendero certero.
Pepe, como experto oyente de música, recordó a grandes compositores en lengua española, me habló de Cabral, de Cortés y de Serrat; mencionó una partecita de una canción de Joan Manuel, que no es más que un verso del gran poeta español Antonio Machado, un antorchero maravilloso: “se hace camino al andar”.
Posdata: Pepe no lo sabe bien a bien, pero él ya es un antorchero, porque su saludo ilumina las mañanas de sus contlapaches (uso este término náhuatl, no en el sentido de encubridor, sino en el sentido afectuoso de compa, de acompañante de camino; la uso porque es una palabra linda, que viene de siglos, de gente antorchera de esta patria que hoy habitamos).
¡Tzatz Comitán!
jueves, 14 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON HISTORIA DE VIDA
Querida Mariana: ¿vos sabés qué es la Carta de Atenas? Ya sé qué dirás, que vos sabés qué es la Carta a Mariana. Sucede que el otro día vi el podcast que dirigen Cristina Ochoa y mi amiga Damaris Disner y en la plática apareció el término Carta de Atenas.
Lo dijo el invitado, nuestro paisano, el admirado arquitecto Luis Javier Flores Cancino. En cuanto terminó el programa busqué en Internet y hallé que la famosa Carta de Atenas dice: “separación funcional de los lugares de residencia, ocio y trabajo poniendo en entredicho el carácter y la densidad de la ciudad tradicional”. La Carta de Atenas fue presentada en los años treinta del siglo pasado. ¡Ya llovió! Esto fue lo que platicó Luis Javier, en una charla muy sabrosa. La famosa carta decía que todo debería estar separado, por un lado las residencias, por otro los lugares de ocio y en otro los sitios de trabajo. Esta propuesta de urbanismo propició lo que se ve en muchos lugares todos los días: los empleados destinan muchas horas para el traslado de sus casas a los lugares de trabajo.
Te conté que cuando fui a estudiar a la Ciudad de México en la Universidad Nacional Autónoma de México hubo dos criterios de elección, los compas que decidimos vivir en las casas de huéspedes de paisanos y los que buscaron casas de huéspedes que estuvieran cerca de la UNAM. Estos últimos no necesitaron treparse todas las mañanas en autobuses que tardaban más de media hora para llegar a Ciudad Universitaria, se ahorraban lo del pasaje y al salir de clases llegaban en un dos por tres a comer. Este criterio era contrario a lo que recomendaba la famosa Carta de Atenas.
Lo que contó Luis Javier fue motivo para reflexionar acerca del tema de las ciudades que, al menos en nuestros países tercermundistas, son un problema por el crecimiento desmedido que se da.
El programa de Damaris y Cristina se llama “Desde el tejado de la infancia” e inicia, como su nombre lo indica, enterándonos de los primeros años de vida del entrevistado o entrevistada. En el caso de Luis Javier nos compartió que, en su niñez, le encantaba rayar libretas, las líneas aparentaban ser croquis de ciudades, dibujaba carritos, personas y edificios. Una primera lectura de tal pasión indicaría que ya se presentaba la vocación del actual profesionista, porque Luis Javier tiene un gran conocimiento acerca del urbanismo. La infancia es el primer paso del destino.
Tal pasión se robustecía con el programa de televisión de moda en aquellos años: “Los Supersónicos", que era una caricatura donde se presentaba el futuro de mediados del siglo XXI, había robots, autos voladores y las residencias estaban suspendidas en el aire, porque estaban a gran distancia del suelo, sostenidas en tubos.
Luis dice que el futuro nos quedó a deber, los autos no vuelan, seguimos en el suelo. ¿Cuál será la ciudad del futuro de la segunda mitad del siglo XXI? Sé que todo mundo pensará en diversas opciones. Digo que si el porvenir estuviera en manos de gente visionaria y talentosa como Luis Javier las ciudades serían más humanas. La plática logró su objetivo, conocimos algo íntimo de la infancia de Luis Javier, supimos cómo su vocación ya tenía destinado un sendero y nos regaló temas para la reflexión, porque un gran porcentaje de los seres humanos vive en conglomerados citadinos, demandantes de muchos servicios.
Sé que los arquitectos que se dedican al urbanismo son menos que quienes se dedican a construir residencias. El urbanismo exige una preparación especial, porque no sólo diseñan espacios familiares sino comunitarios, piensan en todos.
Nuestro paisano dijo que una de sus grandes experiencias fue un viaje de intercambio que realizó a Brasil, donde conoció Brasilia, proyecto del gran arquitecto Niemeyer, al lado de Lúcio Costa, quien fue el autor del plano urbanístico de Brasilia, proyecto citadino que inició de cero, que permitió el control absoluto del diseño.
¿Cuál fue el colofón de la charla? Que necesitamos ciudades más humanas, que no privilegien al automóvil sino al peatón. Luis Javier mostró fotografías de los mini parques que diseñó para Comitán, donde se eliminó un cajón de estacionamiento y se transformó en un espacio de convivencia. Ese fue un instante prodigioso para nuestra ciudad. Por desgracia, no prosperó la siembra, al contrario, se podó, porque los automovilistas exigieron espacios para estacionar sus máquinas, durante todo el día.
Posdata: al terminar el programa pensé que cuando he estado en ciudades donde el auto ha perdido preeminencia y las calles las han convertido en andadores, me he sentido bien, porque he tenido la sensación de estar en un lugar armonioso. Me ha encantado caminar por las ciudades que son como un abrazo afectuoso. Es lo que he pensado, es lo que pensé con la charla que, generosamente, compartió Luis Javier. Vos y yo nos quedamos con la Carta a Mariana, que forma una comunidad majestuosa, donde los integrantes viven a gusto.
¡Tzatz Comitán!
miércoles, 13 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON LA FIL
Querida Mariana: ni vos ni yo iremos a la FIL, la Feria Internacional del Libro 2024, que se celebrará en Guadalajara, del 30 de noviembre al 8 de diciembre.
No iremos por motivos de alcancías flacas. Cada año, mi querida amiga Eva, quien radica allá, me dice: “vení, Álex” y yo agradezco su cariño, pero, de nuevo, digo que no iré.
¿Y si se me diera ir? Ah, bueno, prepararía mi viaje con anticipación. Compra de boletos de avión y la reservación en el hotel, en el Sheraton que, me han contado, está cerca del lugar donde se realiza la FIL, y aunque el dichoso hotel está cariñoso (vale más de tres mil pesos la noche), sería como un homenaje a la nostalgia del pasado, porque mi Paty y yo pernoctamos una noche ahí cuando llegamos a Guadalajara en nuestra luna de miel, en el lejano 1982.
En el pueblo mandaría a hacer un librerito de cedro para la sala, donde le pegaría un letrero con el siguiente mensaje: “libritos comprados en la FIL 2024”. Llevaría unos treinta mil pesitos para adquisición de librincillos, más otros miles para pagar el envío desde allá, porque sería imposible traerlos en el avión.
En cuanto llegara le haría una llamada telefónica a mi querida Eva, para que hiciera un tiempito y me lo regalara para tomar un cafecito (ella) y un té de limón (yo).
Y luego, a la gran fiesta del libro, al disfrute de la inteligencia, caminar y caminar por los stands, hojear los libros, escuchar los comentarios de los visitantes, expertos y snobs, admirar la escenografía, el despliegue de talento para jalar a los posibles compradores; toparse, ocasionalmente, con algún famosillo y pedirle la “foto de privilegio”. ¿Qué más? Pues buscar una cafetería, para descansar un poco y comenzar a leer algún libro comprado. También, por supuesto, asistir a presentaciones y conferencias.
Ya me di cuenta, al hacer mi hipotético viaje, que soy un hombre sencillo, un lector sin grandes dificultades ni pretensiones, porque realicé mi programa sin incluir presentación alguna de escritor de otra lengua. Como España es el país invitado de honor, pues sólo elegí espacios con creativos de ese país, Colombia y, por supuesto, México, pura lengua castellana. ¿Para qué me complico?
¿Querés saber adónde iría? Va, te paso copia de mi ruta de viaje literario:
El primer día, 30 de noviembre, acudiría a la una de la tarde, en el salón C, del área internacional, para estar en la presentación del libro “Cartas a las ancestras”, de Ethel Krauze. Recordá que el librito de Ethel: “Cómo acercarse a la poesía”, me deslumbró cuando lo leí, por su sencillez y porque logra el espíritu que la animó a escribirlo: contagiar el gusto por la poesía.
Luego, rapidito a comer algo en un restaurante vegetariano y volver para conocer el Auditorio Juan Rulfo (el espacio más popof) y escuchar la voz de una de las mujeres contemporáneas que más ha hecho por el fomento de la lectura: Irene Vallejo, la autora de un libro sensacional: “El infinito en un junco”.
¡Ay, ay!, cómo lamento que a la misma hora que se presenta la Vallejo (de cuatro a cuatro cincuenta de la tarde) estará nuestro paisano Luis Antonio Rincón García, con su libro “La bruja de las tijeras”. Pero, eso sí, al terminar la sesión con la española, correré hasta el salón G, del área internacional, para ver si logro saludar a Rincón y para adquirir su libro.
¡Ay, ay!, cómo lamento que la presentación del libro “Misterios del escritorio”, de Federico Reyes Heroles será de siete y media a ocho y veinte de la noche. A esa hora ya estaré con el pijama puesto en la cama del hotel, preparándome para dormir. Lo lamento, porque sabés que me gustó su libro “Registro, mapa e inventario de uno mismo”; además, Carmen Villoro será la presentadora. Te conté que una vez estuve con Carmen, en el periódico Reforma, en la Ciudad de México.
El uno de diciembre asistiría, de doce y media a una cincuenta, a la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes, porque estará la española Rosa Montero, quien es una escritora ingeniosa, que se vende bien, porque ya mirás que mucho del mundo actual depende de cómo te vas vendiendo. Claro, aparte del talento que debe estar presente.
El dos de diciembre estaría en el salón D, del área internacional, de seis y media a las siete y veinte de la noche, para escuchar al colombiano Héctor Abad, con la presentación del libro “4 dedos”. No sé si me permitirían entrar al salón 5, donde a las siete comenzó la presentación del libro “El caballo dorado”, de Sergio Ramírez, con los comentarios de Memo Arriaga.
El 3 acudiría al salón 5, porque ahí se presentará el libro “La literatura es dinamita”, del español Javier Cercas.
El 4 de diciembre lo dedicaría a tomar fotografías en las salas de exposición, a ver libros y a admirar a las chicas tapatías, que, es proverbial, tienen una belleza singular.
¿y el cinco de diciembre? Admiro a Julieta Fierro, por su capacidad para hablar del complejísimo tema del universo con una gran sencillez, así que estaría en la presentación de su libro: “Astronomía, ¿para qué?”
De nuevo otro lamento, ¡ay, ay!, porque a las ocho de la noche estarán Francisco Hinojosa (uno de los autores mexicanos favoritos de Paty Cajcam) con Bernardo Esquinca, a quien conocí en la Casa del escritor, en la Laguna de Bacalar. Bernardo comentará el libro de Pancho: “Informe negro”.
El día 7 de diciembre iría al salón G, para estar presente en la presentación del libro “Pasado cero”, de Óscar de la Borbolla. ¿Recordás que te he contado que Borbolla publicaba en el Excélsior una sección titulada “Ucronías”, que eran unos deliciosos textos muy imaginativos?
Y ya para finalizar mi viaje haría una excepción, porque me arrepentiría toda mi vida si no asistiera a la presentación del libro “Jardín de noche”, de mi admirado y querido amigo Fabio Morábito. Él estará de las ocho a las ocho cincuenta, en el salón C, del área internacional. No me lo perdería por nada del mundo, así su presentación fuera a las once de la noche.
¿Mirás que soy un lector sencillo? Tan lo soy, que para despedirme de la FIL acudiría el 8 de diciembre, de las seis a las seis cincuenta, a escuchar a Martí Batres Guadarrama. ¿Qué? Sí, acudiría a verlo. ¿Por qué? Porque presentará su libro: “Las frases de AMLO”. ¿Quién iba a pensar que un cuatroteísta se presentaría en un foro fifí, al decir del propio AMLO?
Posdata: también me gustaría estar en la presentación del libro “Náufrago del destino”, del locochón Xavier Velasco, pero es en la noche, y no, ya mi cuerpo no resistiría tanto. Ya será en otra ocasión, una donde Xaviercito presente un libro a buena hora.
Y aunque no está señalado en el programa general, entiendo que un comiteco estará presente en la feria del libro más importante de Hispanoamérica: mi compadre Enrique Robles presentará su libro “Qué pensás que estoy contando”, en el stand de Chiapas. Los comentarios estarán a cargo del Rector de la UNICACH, el Maestro Juan José Solórzano Marcial. ¡Ah, qué orgullo! Seguro que al término nos miraríamos con mi compa y, chance, iríamos a echarnos una cervecita (él) y una limonada sin azúcar (yo).
Como todos los años estaré pendiente de lo que suceda en Guadalajara, desde mi casita comiteca. ¡Nada de tequila, señor!
¡Tzatz Comitán!
lunes, 11 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON ORGULLO COMITECO
Querida Mariana: ya quedamos que todo debe ser sin regateo. Cuando paisanas y paisanos alcanzan puestos relevantes, en cualquier disciplina, todo Comitán debe reconocerlo. La presencia de ellos y de ellas fortalece nuestra identidad, siguen abonando a la gran ceiba comiteca.
El 1 de octubre 2024, nuestro paisano diputado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez asumió la presidencia de la mesa directiva de la legislatura número sesenta y nueve del Congreso del estado de Chiapas. ¡Nadita!
Conozco bien al diputado Luis Ignacio, por ello no regateo mi reconocimiento a su trayectoria. Cuando él fue presidente municipal de nuestro pueblo me brindó la oportunidad de servirle a él y a Comitán al nombrarme director de cultura del Ayuntamiento.
Durante su administración se imprimió la gaceta KUJCHIL. Tal propuesta fue un hito en la historia de Comitán, jamás había sucedido algo similar en alguna administración municipal. Kujchil tuvo una impresión mensual de diez mil ejemplares, distribuidos, ¡por supuesto!, en forma gratuita. ¡Diez mil ejemplares, distribuidos en forma gratuita! Su visión humanista le permitió reconocer la importancia de esa publicación y la apoyó con todo. Nuestro gobernador electo, Doctor Eduardo Ramírez Aguilar, dijo en su visita más reciente a nuestro pueblo: “a Comitán no le voy a regatear nunca nada”. A mí me tocó ser testigo que, cuando Luis Ignacio fue presidente municipal no le regateó nada a esta propuesta editorial que benefició a toda la comunidad.
Hoy, desde el Congreso de Chiapas realiza una labor destacada, apenas a mes y medio de iniciar su responsabilidad. He estado pendiente de lo que comparte en redes sociales. Como un hábil funcionario difunde los trabajos que realiza y así nos enteramos de diversas acciones encaminadas hacia el bien común.
No sé nada de leyes. Me he hecho el propósito de regresar al análisis de la Constitución Mexicana, estudio que, más o menos, hice en la preparatoria en la clase que nos impartía el licenciado Roberto Solís. El otro día, el diputado Luis Ignacio compartió en su muro una etiqueta donde dio a conocer reformas constitucionales en materia de igualdad sustantiva y perspectiva de género. En los tiempos actuales aún existe discriminación entre hombres y mujeres, tal vez, en este país machista, sea mejor escribir que los hombres discriminan a las mujeres. La información que compartió nuestro diputado me ayudó a ver que, en forma legal, no existe ya tal vacío, ahora el artículo 4º de nuestra Constitución, la Carta Magna, establece que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”. Ah, si todo mundo leyera la Constitución sabría que, legalmente, está prohibida la discriminación de género, todos los ciudadanos y todas las ciudadanas mexicanas ¡somos iguales y tenemos los mismos derechos y debemos tener las mismas prerrogativas! Claro, está sobreentendido, también tenemos las mismas obligaciones.
Entonces fui al artículo 8 y leí que el derecho constitucional garantiza la igualdad retributiva que no es otra cosa que “a trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia también iguales, debe corresponder salario igual”.
¿Mirás qué importante? Si una mujer desempeña un trabajo igual que un hombre, ambos deben recibir la misma paguita. Y esto, ¡qué pena!, no siempre sucede así. Conozco casos, estoy seguro que vos también, donde el salario percibido por una mujer es menor, sólo por el hecho de ser mujer. ¡Qué criterio tan bobo! Por esto, me dio gusto constatar que la actual legislatura incide en el tema. En la etiqueta que compartió nuestro diputado Luis Ignacio leí lo siguiente: “se implementarán mecanismos para erradicar la brecha salarial de género”. Me parece una iniciativa muy meritoria. Que existan mecanismos legales que erradiquen esa práctica absurda y que todas las mujeres chiapanecas reciban el mismo salario que sus compañeros varones.
Además, leí otro apartado donde se reafirma el principio de paridad de género en la administración pública; es decir, que en los nombramientos haya igual número de mujeres y de varones, porque, ya lo sabemos, antes era un “hombrerío” que ya no. Esta paridad permitirá, digo yo, que también disminuya el acoso por parte de los hombres hacia las mujeres, porque habrá mujeres en cargos similares y el poder ya no será coto exclusivo de machos. Por fortuna, ya lo dijimos el otro día, en un país machista por excelencia, ahora tenemos una mujer en la silla presidencial. ¡Gran logro! Falta mucho por hacer, pero ya se sientan bases firmes para la igualdad, para el reconocimiento pleno de la actuación de las mujeres en la construcción de una mejor sociedad.
Posdata: sin regateos, querida mía. Apoyo total a paisanas y paisanos que destacan en diversas disciplinas. Nuestro diputado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez será, hasta el 30 de septiembre de 2025, el presidente de la mesa directiva del Congreso de Chiapas. ¡Nadita! Es un orgullo para nuestro pueblo.
¡Tzatz Comitán!
domingo, 10 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON UN CUMPLEAÑOS
Querida Mariana: no existe un documento que compruebe la existencia de Josefina García, la heroína comiteca.
Ella, todo mundo lo sabe, fue la mujer que, cuando Fray Matías de Córdova motivó a la población de Comitán para que se diera el grito de independencia, se paró y dijo que, si los hombres dudaban, ellas, las mujeres, estaban dispuestas a apoyar el movimiento.
¡Ah, qué gesto heroico tan maravilloso! ¡Qué mujer tan valiente!
En el Parque de La Corregidora, que es más conocido como Parque de San Sebastián, existe un busto de ella en el parque, mujer valiente, de carácter que hace honor a su apellido materno: Bravo.
Y hay historiadores (bueno, esa es su chamba) que indagan por aquí y por allá en busca de un documento que dé prueba fidedigna que la tal Josefina fue de carne y hueso y no sólo un mito histórico, mito sensacional.
Ante la carencia de un documento muchos preguntan: ¿existió Josefina García? ¡Por el amor de Dios! ¿Qué más pruebas que la mencionada? ¿Qué más prueba que la existencia de la Escuela Secundaria Vespertina Josefina García, que en el 2024 cumple cincuenta años de vida fructífera? ¡Cincuenta años! ¡Medio siglo! Hay cientos y cientos de chicas y chicos que pasaron por las aulas de La Josefina, todos ellos son prueba viviente, palpable, de la existencia de ese gran personaje.
Como los comitecos y comitecas somos respetuosos de la Historia Nacional, pues el parque se llama de La Corregidora, porque si fuéramos chuchos le habríamos llamado Parque Josefina García, y no existiría el busto de Doña Josefa Ortiz de Domínguez. Pero, como tampoco somos mudos, pues, cerca del busto de Doña Josefa está el de Josefina García. ¡Y cómo no! Si el barrio de San Sebastián es cuna de muchos paisanos que tienen el apellido García, que en el pueblo tienen el apodo bonito, generoso de Chía. Acá no hay más búsqueda, cuando alguien tiene el apellido García ya lleva endosado el sobrenombre de Chía. Por eso, como Belisario Domínguez es el tío Belis en Comitán, una vez escuché, en una ponencia acerca de Doña Josefina, que un conferenciante dijo esto que ahora comento, ella fue Chía, sin duda, es Chía hasta el infinito.
Doña Josefina está más viva que muchos muertos que sí tenían acta de nacimiento en su mano. A estas alturas nadie puede dudar de la existencia de El Quijote, maravilloso personaje mítico de la literatura universal; nadie, tampoco, puede dudar de la existencia de Doña Josefina García, mujer que protagonizó uno de los actos más bellos de nuestra historia.
Y en 2024, la Escuela Josefina García celebró su aniversario número cincuenta, esto me lo contó el licenciado Roberto Becerril, el famoso Güero, cronista comiteco.
Dicha celebración incluyó diversos actos, un conversatorio con fundadores, y, en materia deportiva, una carrera pedestre; a mí me tocó ver un taller de ajedrez, donde muchos chicos y chicas, frente a tableros de ajedrez aprendieron los primeros movimientos de este maravilloso deporte ciencia y, al final de la exposición se echaron unas partiditas. Pensé que así iniciaron los grandes jugadores de ajedrez, campeones del mundo. ¡Qué bonito!, pero esa misma tarde hubo bailongo, las autoridades escolares contrataron a un DJ y la chaviza se aventó una buena bailada. Todo hermoso, todo sano, todo para honra de quienes fueron los fundadores de esta institución, para honra de quienes han impartido clases ahí, y para honra de padres y madres de familia que han confiado la educación de sus hijos en esta gloriosa escuela, y, por supuesto, para honra de los cientos y cientos de chicos y chicas que ahí estudiaron (conozco a dos amigos que son egresados de dicha escuela: Abelardo Espinosa, quien es papá de mis compañeros de trabajo de la revista Arenilla, quien se trepaba todos los días en su bicicleta para llegar a Comitán desde su comunidad: Cajcam; y Fernando Gómez, el famoso “Pina”, quien ahora labora en la Dirección de Vialidad, del Ayuntamiento de Comitán).
Comparto con vos la imagen de la chica que fue elegida como embajadora de la Escuela Secundaria Vespertina Josefina García, en su aniversario número cincuenta. ¡Pucha, qué honor! Ella, Reina Elizabeth Pérez Aguilar, es la reina. Pues sí, en su nombre lleva signado el destino maravilloso. Así me lo dijo Camila, quien resultó electa princesa, le pregunté si no me estaba tomando el pelo. No, me dijo, así se llama la reina ¡Reina! Va pues. Al maestro José Luis Argüello Gordillo, le cupo el honor de dirigir estos actos, pues él es el director actual. Por ahí saludé a mi admirado amigo Ricardo Castro, quien es docente, desde hace años. También saludé a mi querida amiga Estela Alfonzo Guillén y a María de los Ángeles López, quien es seguidora de Arenilla. Ah, qué privilegio.
Posdata: ¿existió Josefina García? ¡Por supuesto! Comitán celebró los cincuenta años de la escuela secundaria que lleva su nombre. La escuela es vespertina, los estudiantes entran a las dos de la tarde y salen a las ocho de la noche. Se preparan para engrandecer a la patria.
¡Tzatz Comitán!
jueves, 7 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON EL SUR Y EL NORTE
Querida Mariana: ¿y nosotros qué? ¡Cómo que y nosotros qué! América es un todo y Chiapas está inmerso en esa unidad. Desde Alaska hasta Tierra del Fuego respiramos los mismos aires.
Lo que sucede en USA afecta a todo el continente. ¿No es suficiente ver todos los días el intenso fluir de ese río llamado migración?
Millones de latinoamericanos tienen sus pies y sus miradas puestos hacia los Estados Unidos de Norteamérica.
No hay movimiento semejante en la historia de la humanidad. Millones de hispanohablantes balbucean la lengua inglesa en intento de hacerse entender, hay un proceso de apropiación de una lengua extranjera por necesidad.
Desde hace muchos años hemos escuchado la frase “Sueño Americano”, que no es precisamente el que soñó Bolívar, sino el sueño, más bien pesadilla, que significa cruzar la frontera del Río Bravo, en intento de lograr un mejor nivel económico de vida. Los millones de migrantes no privilegian el rasgo cultural de los gringos, les atrae, sobremanera, los dólares. De esos millones de soñadores pocos logran el milagro, la mayoría que logra cruzar la frontera es sometida a vejaciones y tratos despectivos; es normal, llegan a una tierra donde no fueron invitados, se internan de manera subrepticia. Por eso, quien ahora fue electo de nuevo como presidente de la todavía nación más poderosa del continente, con la mano en la cintura, los llama delincuentes y amenaza con expulsarlos de su país. En esta amenaza está explícitamente expresado cómo son vistos y tratados esos millones de latinoamericanos.
Hace muchos años, en el Cine Comitán, vi una cinta con El Piporro, la historia trataba de la aventura de unos “mojados”. Crecí escuchando este término. ¿El nombre se debía a que se “mojaban” al cruzar el río? ¿Cómo se llamaban los centroamericanos que también cruzaban el río Suchiate para llegar a México y seguir el camino hacia el Río Bravo? Sus vidas estaban marcadas por el agua del sur y del norte. Millones de “mojados” han soñado con “secarse” en una tierra donde no son bienvenidos, ni siquiera tolerados o reconocidos en su aporte laboral.
Otra película mexicana, dirigida por Sergio Arau: “Un día sin mexicanos”, muestra cómo la poderosa nación se paralizaría si no contara con la fuerza laboral de los paisanos. ¿Trump aplicará aranceles exorbitantes a los productos mexicanos? Bastaría un paro de brazos caídos de todos los migrantes mexicanos para que el nuevo presidente lo pensara dos veces. Pero, acá en el sur lo sabemos, esa protesta es imposible, porque nuestros paisanos siguen hablando español, pero ya “mascan” el inglés, al apropiarse de una nueva lengua también se han apropiado del espíritu de aquella nación. En el fondo extrañan a su México, pero, por las buenas, por decisión propia, jamás regresarían, porque el sueño mexicano es una pesadilla infernal.
Posdata: Matilde me dijo un día que le daba cierta pena decirlo, pero que estaríamos mejor si los pinches gringos no sólo hubieran expropiado la parte norte de nuestro país, sino todo México, hasta Chiapas y luego, botándose de la risa, cerró su discurso diciendo que podría leer a Shakespeare en inglés.
Por supuesto que nos interesa lo que pasa con el país vecino del norte, así como nos interesa todo lo que pasa en los países del sur, porque también hubo un sueño latinoamericano, un sueño Bolivariano, que no debemos olvidar, un sueño en nuestro propio idioma.
¡Tzatz Comitán!
martes, 5 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON PERSONAJES EN EL SENADO
Querida Mariana: el 24 de octubre de 2024 estuvieron comitecos en el Senado, acá los ves en esta fotografía: nuestro presidente municipal, el licenciado Mario Antonio Guillén Domínguez (Señor Fox), y el regidor licenciado Andrés Del Castillo Castellanos.
Ya dije que no debemos regatear méritos. Estar en el Senado de la República es cosa relevante. Nuestros paisanos estuvieron como testigos de honor de la Instalación de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez. ¿Mirás? Tuvieron la representación de nuestro pueblo, pueblo donde nació el máximo héroe civil de la patria.
A mí me da gusto ver este tipo de noticias, acá en forma especial porque ambos personajes tienen mi admiración. Con Andrés tengo una relación de afecto que se remonta a través del tiempo. Una vez, hace muchos, muchos años, conocí a su papá Memo Del Castillo y nos hicimos uña y carne, hasta su desgraciado fallecimiento. En 1974, viajamos juntos a la Ciudad de México, en calidad de turistas, sólo él y yo, éramos chavos, él tenía como quince o dieciséis años y yo diecisiete. Nos la pasamos genial, porque vos sabés que, cuando viajás al lado de un amigo, la vida toma el mejor sabor. Y digo que ese afecto ha trascendido a través de tres generaciones, porque cuando me hice amigo de Memo, su papá, del mismo nombre, me brindó su generoso abrazo y me recibía en su casa como uno más de la familia. El maestro Memo tiene más de noventa y tantos años y, gracias a Dios, se mantiene muy sano, física y mentalmente. Casi cada día nos saludamos. Por esto que te cuento, historia íntima, cuando vi la foto que te comparto y que robé del muro de Andrés, sentí un gran gusto, supe que su papá estaría muy contento y muy chento porque su hijo estuvo de visita en el Senado de la República; además hay una liga que pocos deben saber, un tío de Andrés laboró mucho tiempo en el viejo edificio del Senado de la República, el que está frente al Museo Nacional de Arte (el MUNAL), a pocos pasos del Teatro Fru Fru, propiedad de Irma Serrano. Así que nuestro regidor visitó un espacio donde hay frutos de su árbol genealógico.
Nuestras autoridades llevaron la representación de Comitán y estuvieron en la instalación de la Comisión encargada de evaluar los méritos de los candidatos y candidatas para recibir la máxima distinción que otorga el Senado de la República y que lleva el nombre de nuestro prócer. Ahora, tal como lo expresó la senadora Susana Harp (gran cantante de música tradicional), con su cabellera de cascada luminosa y trenzadita, les tocará elegir dos en este año, la del año pasado y la de este 2024.
Después de realizar el acto protocolario en una sala del nuevo edificio del Senado de la República, edificio bellísimo, donde la presidenta de la Comisión, la Senadora Virginia María Magaña Fonseca, dijo que esta medalla es un símbolo de coraje y honra la memoria de Belisario Domínguez, nuestro presidente municipal leyó un mensaje muy puntual, que tuvo un cierre espectacular, porque solicitó a la Comisión que después de que la persona ganadora reciba el galardón llegue a la tierra de Belisario Domínguez para recibir, en una ceremonia especial, las llaves de la ciudad. ¡Propuesta genial! Nuestro presidente municipal hizo la proposición ante quienes tienen la responsabilidad de elegir a la mujer o al hombre que merezca el honor de recibir la Medalla Belisario Domínguez, y si la moción de nuestro presidente es aceptada, también tendrá el mérito de recibir las llaves de la ciudad de Comitán y beberá este hermoso cielo y comerá un su panito compuesto. Ah, qué privilegio, qué dicha. Ojalá se dé esta coyuntura y el homenajeado o la homenajeada visite nuestro pueblo y conozca la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez, donde hallará su nombre en la relación de premiados. Por cierto, en la ceremonia de instalación de la Comisión, la Senadora Cristina Ruiz Sandoval dijo que en la lista de premiados aparecen los nombres de 16 hombres y sólo de 4 mujeres, así que hizo votos para que pronto “se emparejen” los cartones. Esto hace pensar que las mujeres llevan todas las de ganar en estas dos próximas designaciones. Ya veremos, dijo el clásico mudo a su amigo el ciego.
Posdata: nuestro presidente municipal comenzó su mensaje diciendo que estaba emocionado, contento. Así, emocionado, contento, me puse cuando vi la foto donde Andrés acompañaba al Señor Fox. Pucha, nadita, estuvieron de visita en el Senado de la República. ¿Qué pensarían ambos cuando estuvieron ahí? Ah, yo qué voy a saber. Ese fue un sentimiento que sólo ellos pueden traducir.
Que no haya regateo, dos de nuestros grandes personajes comitecos estuvieron de visita en el Senado de la República, llevaron la representación de nuestro pueblo en un acto de gran trascendencia nacional.
¡Tzatz Comitán!
lunes, 4 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON UN MOMENTO MÁGICO
Querida Mariana: esta foto la compartió Robles Domínguez Jr., le puso color a la foto original que compartió mi amiga Clara Luz Conde Ramos. Corresponde al día del matrimonio de Doña Tonita XV y de Don Rigo (que al final le dijeron Rigo XVI).
Soy un convencido de que la historia se hace entre todos. En esta foto que compartió Clara Luz quedó demostrado tal convencimiento. Los amigos y amigas del Facebook comenzaron a compartir sus recuerdos de tal acto y así ahora hay datos que más o menos arman la historia.
Lo que no quedó expresado, por más que busqué, fueron los nombres completos de los contrayentes, acá se impuso lo que el maestro Alfredo Palacios asevera, que Comitán es la capital del apodo en Chiapas.
Todo mundo, en los años sesenta, conoció a los personajes con los sobrenombres de Tonita XV y Rigo XVI. El maestro Temo Alcázar dice que cuando la gente mal intencionada los mencionaba con esos sobrenombres, ella decía “y sus madres 17”. Andá a saber si es cierto o es una puntada del maestro.
Quien se aventó un diez con el relato de la historia fue el admirado Francisco Domínguez, pues escribió algo muy cercano a la verdad, su verdad. Te comparto lo que él escribió:
“Doña Tonita XV, en su adolescencia fue, como muchas mujeres, una muchacha muy guapa y obviamente gozaba de la lozanía y la belleza que da la juventud; de alguna manera los años fueron pasando sin que alguien la pidiera en matrimonio, así pasaron sus mejores años, pero cuando alguien le preguntaba su edad ella siempre respondía que tenía 15 años, era una eterna señorita, una eterna quinceañera.
“Pasaron muchos años, más bien décadas, y se convirtió en una señorita quedada o cotorrita como les decían en aquellos tiempos. Por su parte don Rigo era sacristán de la Iglesia, santurrón empedernido eterno solterón, un cotorro que tampoco se cocía ya ni al primer ni segundo hervor… pues de esa manera el revuelo que causó en todo Comitán es que en una edad donde las personas de aquellos tiempos y aún de la actualidad se consideran ya muy entrados en la tercera edad, se hicieron novios y se casaron. El impacto que causó y los comentarios que posteriormente hacía Doña Tonita a sus amigas cuando con morbo le preguntaban cómo le iba con don Rigo en la intimidad hizo que la pareja fuera de las más famosas en Comitán. Doña Tonita cuando salía a barrer su calle, después de casada, y veía venir a una vecina mostraba cansancio y completo agotamiento, cuando le preguntaban cómo estaba les decía que muy agotada porque Riguito no la dejaba dormir, porque era muy arrecho en las cuestiones amorosas y siempre la dejaba completamente agotada”.
Alguien preguntó si la pareja fue de la alta sociedad comiteca. En realidad, como dijo Francisco, Don Rigo fue un sencillo sacristán, y Doña Tonita, según dijo Paty Mandujano, vivía en la esquina del Chulul y vendía muñequitas de trapo.
Jorge Natividad Gómez Ruiz comentó que la pareja fue su vecina en el barrio de Guadalupe y dijo que Don Rigo y Doña Tonita estuvieron casados por más de veinte años, fallecieron en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Nos quedan debiendo los nombres completos de estos dos grandes personajes. Alguien no dudó en decir que fue La Boda del Siglo, en Comitán. En efecto, mucha gente, por el morbo, acudió a ver la pareja. Luis Arturo Alfonzo dijo que la boda se realizó en el año 1964 o en 1965, Yupis López dijo que la ceremonia se realizó en el templo de Guadalupe y César Pinto comentó que el acto celebratorio fue amenizado por el grupo llamado “Las tiucas”. ¿En dónde fue el festejo? Rosa María Cancino Guillén dijo que fue en la casa de Doña Adela, y no dio más datos.
Posdata: en la fotografía se ve a Don Rigo bien trajeado y a Doña Tonita vestida de blanco con un tocado en la cabeza. La boda levantó mucho polvo, porque, como dijo Francisco, no es común ver bodas de personas mayores. Rigo y Tonita se conocieron ya grandes y decidieron caminar juntos el trecho que faltaba para llegar al final. Los comitecos sí sabemos que esta historia ha sido una de las más bellas del pueblo. Él fue el novio más apuesto y ella la novia más linda. A la maledicencia, ellos sobrepusieron el cariño y mandaron a la chingada los comentarios insidiosos.
Como el pueblo es canijo, algunos se encargaron de decir que, a la salida del templo, en lugar de aventarles arroz, la gente había aventado manías (cacahuates) para que le diera fortaleza a Don Rigo. Nuestro pueblo dejaría de ser lo cabroncillo que es sin estos comentarios bobos, irrelevantes, pero anecdóticos. La única certeza es que fue la Boda del Siglo y que ellos compartieron el derecho que tenían de ser felices.
¡Tzatz Comitán!
miércoles, 30 de octubre de 2024
CARTA A MARIANA, CON UN MARAVILLOSO OBSEQUIO
Querida Mariana: abrí el WhatsApp y hallé esta felicitación. Ah, me sentí chento, iluminado. La felicitación me llegó desde el estado de México. ¿Sabés quién me la envió? Quise proponerte que jugáramos, que contabas con tres oportunidades para descubrir el nombre de la remitente, digo la, porque es una mujer la hermosa persona que me la envió, pero, luego pensé que nos íbamos a pasar todo el día, vos diciendo nombres y yo diciendo frío, frío.
Como sé que tenés mucho trabajo, dejo el juego y te comparto mi alegría junto con el nombre de la persona que me envió, con cariño, esta felicitación.
¿Sabés quién fue? ¡Mi hermana! Mi pichita hermosa siempre está pendiente de lo que hago en el pueblo, siempre pendiente de lo que ocurre en Comitán, se ha convertido en una experta viajera (en forma virtual), entra a páginas que hablan del pueblo y camina por las calles y plazas de Comitán, casi casi podría decir que es una enamorada de la cultura comiteca, ya debe saber algunos modismos y debe emplearlos.
Cuando le llamo por teléfono, lo hago muy temprano y le pregunto si ya se activó y dejó de estar de huevoncita, ella ríe y dice que sí, que ya se bañó y que está activada. Mi hermana, lo sabés, nació en 1945 en la Ciudad de México, ahora tiene 79 años bien cumplidos, bien vividos. Un día de hace mucho tiempo se casó, tuvo hijos e hijas y ahora tiene varios nietos y nietas. No me dijo, pero sé que una de estas mañanas alguien la ayudó a hacer la etiqueta de felicitación, porque mi hermana no es tan ducha en cuestión de diseño digital, pero su cariño supera todos los escollos y mandó un abrazo virtual a su hermano por el cumpleaños siete de nuestra revista ARENILLA.
¿Cómo no estar feliz? Recibí la felicitación virtual y me sentí contento. Digo, cuando menos, mi hermana recordó nuestro cumpleaños, el galardón dorado está nimbado con un aro de libros que, como palomas, vuelan alrededor.
Ella sabe que mi vida, la vida de la revista, es cercana a la literatura; reconoce que mi vida está hecha de palabras, que soy un hombre de letras, que éstas abonan mis raíces y son ellas las que permiten que enviemos nuestro mensaje a nuestra comunidad.
Siete años se dicen muy fácil, pero ese tiempo significa un largo camino. Nunca nos cansamos, al contrario, toda nuestra chamba la hacemos con mucho cariño, con el mismo cariño que mi hermana Esther Molinari Alcázar me envía sus mensajes cada día, con el mismo cariño con que me envió esta felicitación.
Siempre he dicho que me encanta recibir obsequios relacionados con mi profesión. Si querés hacerme feliz regalame libros o artículos relacionados con el arte. Mi hermana me envió, hace tiempo, un estuche de pinturas acrílicas, con las cuales he pintado mis obras más recientes.
Ahora, en forma virtual me envió su afecto, que es enorme, como enorme la Pirámide de la Luna que queda muy cerca de su casa.
Cuando recibí su abrazo virtual supe que ella reconoce el trabajo que hago, al lado de mi equipo. Lo hacemos por Comitán, por toda la región. Un amigo me dijo que cuando recibe su ejemplar impreso de Arenilla piensa que nosotros regamos gránulos de luz en su alma, que poco a poco hemos ido haciendo una playa luminosa, un territorio amable, inteligente.
Posdata: mi hermana sabe que no tengo más que palabras, es lo que poseo, es mi tesoro, por esto, ahora le mando este bonche para decirle que agradezco profundamente su generoso abrazo. Como ahora dicen los chavos y chavas: ¡me hizo el día! ¡Me hace más humano, más solidario! La felicitación la extiendo a mis compañeros de trabajo, gracias a su talento, a su entrega y a su pasión, hacemos una revista que habla bien del pueblo, que le hace bien al pueblo. Cumplimos siete años y mi hermana lo recordó. Gracias, gracias por siempre.
¡Tzatz Comitán!
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